“Fue hombre de acción personalizada, no ocupó directorios ni consultores que accionaran por él. Reaccionó en un mundo determinante donde la respuesta había sido tomada por instinto y juzgada con honor...”. Así definió el joven Leonardo Mahchi Larach a su abuelo Napoleón Juan Larach cuando tomó la palabra para darle el último adiós.
Leonardo habló en nombre de los 24 nietos y 9 bisnietos que son la nueva generación de empresarios de la zona norte.
En su mensaje destacó el orden que rodeó a su abuelo y su poder meditativo así como la buena costumbre que cada cosa estuviera en su lugar para que en el momento de actuar su privilegiado cerebro estuviese dispuesto a resolver y actuar sin interferencias.
“Para mi abuelo el vivir fue liviano , su modestia le valió ser conciliador con todos y todo”, mencionó.
“Desconoció la vanidad natural en hombres de su talla , el trabajo fue el catalizador de un día normal y jamás se rindió a un problema sin encontrarle la solución correcta”, aseguró.

Un abuelo afable
En medio de la consternación, el luto y el dolor, Leonardo les recordó a los presentes que don Napoleón Larach fue hombre modesto, serio y de muchos encantos.
“En privado fue afable, jocoso y relajado. Fue un abuelo amoroso y bisabuelo tierno, miraba en la niñez una renovación del ser humano que lo presidiría dándole desde ya, ánimos y técnicas que el conoció muy bien”.
Esa faceta de empresario Leonardo la definió muy bien al mencionar que su abuelo fue parte de directorios y consorcios nacionales con firma responsable y palabra impecable. “Fue honorable al retirarse de una irregularidad y de juicio para resolver una amoralidad”.
Sus exequias fueron el reflejo de ese orden, disciplina y puntualidad como a él le gustaba. Todo se realizó de acuerdo a lo programado.

Exequias
Su féretro estaba cubierto por un manto de rosas blancas y los detalles de su funeral mostraron que la familia lo despedía con honores como el patriarca honorable.
Ayer, su familia, amigos y conocidos le dieron el último adiós hasta dejarlo en su última morada.
En la iglesia San Vicente de Paúl fue la misa de cuerpo presente donde el sacerdote Fausto Leonardo mencionó su legado y dio palabras de consuelo a sus familiares.
Fue su hijo, el reconocido empresario, expresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada y de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, Luis Larach, quien agradeció en nombre de la familia las muestras de solidaridad que por diversas formas les hicieron llegar.
Don Napo fue muy querido, respetado y admirado. Era un hombre bien educado, un caballero y un hombre que amó a su familia, decían entre susurros los presentes.
A la misa y su funeral llegaron empleados y trabajadores agradecidos por la oportunidad de un empleo.
Pero fue su nuera Carmen de Larach, quien recordó a don Napo como el eterno enamorado de su esposa Julita.
1. INICIOS. Hizo sus estudios primarios en la Escuela Mixta José Cecilio del Valle y secundarios en el Instituto José Trinidad Reyes, de donde salía a ayudarle a su padre en la tienda.
2. TRABAJO. De adolescente ya asumía responsabilidades en el negocio de su padre, ayudando a arreglar anaqueles, hacer inventarios y atender a los clientes. Lo mismo hizo con sus hijos.
3. ECONOMÍA. Cursó la carrera de Economía en la Universidad de Santiago de Chile, regresó a Honduras ha contribuir decisivamente en su desarrollo y lo logró.
Conformó una familia ejemplar al contraer matrimonio con Julia de Larach el 13 de noviembre de 1949 y procreó seis hijos: Carlos, Mireya, Georgina, Alejandro, Luis y Gabriel.
Carmen recordó la disciplina de don Napo para levantarse temprano, su puntualidad y amor al trabajo. “Pero para él lo más importante siempre fue su esposa Julita, era el nombre que más mencionaba y sus hijos”, dijo.
Además, Eliseo Fajardo en su condición de director del Archivo Histórico Municipal asumió públicamente la responsabilidad cívica y como cronista de escribir una crónica histórica para fortalecer la memoria del caballero Napoleón Larach.
Fajardo reconoció en don Napo un etnógrafo urbano virtuoso. “Su legado consiste en documentos de diversa naturaleza que tratan de su arraigo a la cultura local sampedrana, Palestina - árabe” indicó. “Don Napoleón es quizá uno de los personajes hacedores de un acervo único y legitimo en la historia de la ciudad”, reiteró.
Reacciones
Para el sector empresarial la muerte de don Napoleón es una gran pérdida para el país porque era un referente.
Lo dieron a conocer en sus acuerdos de duelo varias municipalidades, empresas que reconocieron su iniciativa y carácter emprendedor lo que en vida le valieron para hacerse merecedor de varias distinciones, que honran a sus antecesores, le dan honor a su nombre y conforman un legado de orgullo y dignidad para su descendencia.
