En vísperas de las elecciones primarias

Se presentan a sí mismos como las únicas personas que pueden garantizar seguridad, fuentes de empleo, salud y educación de calidad, infraestructura.

  • Actualizado: 20 de febrero de 2025 a las 00:00 -

A medida se acerca la fecha de los comicios, se redoblan movilizaciones, promesas, recursos, de las y los distintos precandidatos a cargos de elección popular, con el fin de captar lealtades y votos por parte de sus respectivos correligionarios, en labor persuasiva que los desplaza a distintos puntos de la geografía patria, acompañados por activistas y simpatizantes.

Se presentan a sí mismos como las únicas personas que pueden garantizar seguridad, fuentes de empleo, salud y educación de calidad, infraestructura.

No obstante, el electorado hondureño, pese a la creciente saturación de mensajes por los medios masivos de comunicación, ha madurado en su aceptación y evaluación, tanto de las y los postulantes como de la propaganda política que difunden.

Analiza y pondera, compara y reflexiona, sin que lo emotivo desplace a lo racional y lo que más o menos conviene al momento de acudir a las urnas.

Hasta ahora, no logra encontrar ofertas realistas, factibles de poder ponerse en práctica en el corto plazo. Concluye que las prácticas demagógicas siguen vigentes así como el hecho de que su voto es la única arma a su disposición para recompensar o castigar a quienes poseen capacidad y honestidad, o carecen de ellas, sin nexos con intereses creados y poderes fácticos que, tras bambalinas, manipulan a sus respectivos agentes para promover sus objetivos particulares, no siempre acordes con el bien común.

El voto duro, irreflexivo, de conveniencia, se ha reducido para dar paso al análisis cívico, al estudio y seguimiento de lo hasta ahora convertido en realidades concretas por parte de los distintos partidos políticos, sus directivas y precandidatos (as).

No desea retornar al pasado corrupto, clientelar, ni tampoco al populismo alienante. El uno y el otro significan más de lo mismo, continuidad y no ruptura con el ayer y el hoy.

La memoria colectiva se ha ido fortaleciendo y logra discernir entre lo prometido y lo ejecutado cuando las personas electas han llegado al poder y defraudado a la ciudadanía, gobernando en función de beneficio personal y familiar, de espaldas al interés colectivo.

De no encontrar postulantes sinceros, consecuentes con sus ofertas electorales, la respuesta popular puede ser un mayor grado de abstencionismo, lo que repercute desfavorablemente en el aprendizaje y práctica de la democracia, alejada de extremismos de derecha e izquierda.

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