24/11/2025
11:14 PM

¿Podemos tejer una historia distinta? (1)

Tejidos catrachos (parte 1)
Cada sociedad es como un vestido, se forma con varios tejidos, y en su armonía está su belleza. Así mismo una sociedad sin tejido social estable e integrador es artificial, sin vida, sin belleza ni futuro.

Como diremos en el siguiente artículo, cada una de nuestras vidas son como un hilo, frágil cuando está solo, fuerte cuando forma parte del tejido. La fragilidad aceptada y compartida hace posible una comunión en la debilidad, que no separa ni humilla, sino que da lo que tiene y acepta lo que necesita. Esa relación solidaria le llamamos “trama” del tejido de la vida, una trama que afirmamos los cristianos está unida por el amor. Ningún hilo está solo, ninguna vida es aislada, sino entrelazada con otras, gracias a lo cual se sostiene tanto una como otra, y juntas dan realce al tejido.

Todos los análisis apuntan a que el tejido social en Honduras está herido, ya desde mucho antes de que la pandemia desnudara tantas mentiras. Ante ello, opinamos, que no se necesita buscar soluciones fuera de Honduras, aquí están ya los hilos para tejer historias nuevas. Recordemos que los hermanos lencas son un ejemplo para todos, ellos saben tejer telas de hermosos colores desde hace siglos. Y al mismo tiempo, ¿saben que en Honduras está una de las fábricas de hilo sintético más modernas del mundo? Sí, aquí está. Como los lencas y como los modernos hilanderos, necesitamos ser buenos tejedores de una mejor historia para Honduras. No buscar fuera la solución, sino dentro. ¿Y si lo que ha fallado no son los hilos humanos, sino los tejedores-dirigentes? Honduras sabe tejer hermosos tejidos. Pero para ello se necesita tejer con todos los hilos, con todas las historias de vida que hay, porque todas y cada una son importantes. En Honduras ya están los hilos de vida con los que tejer una historia distinta. En nuestras manos ya no está tejer la historia del siglo XIX ni la del siglo XX, pero en nuestras manos está saber tejer gran parte del siglo XXI. ¿O esperamos otro momento más doloroso que el actual para iniciar de verdad un nuevo tejido social?

Un tejido social no es la suma de muchos hilos de vida aislados, sino la trama que los une, sin vanos protagonismos, una trama en la que todos los hilos forman una hermosa tela. Pero para tejer una mejor vida social hay que cuidar todas las historias de vida. Para Dios no hay historias de primera ni de segunda. Para Dios no hay ningún hilo de vida que no sea amado como un hijo, y por ello, en su corazón, todas las historias le afectan y las ama. Una sociedad que mayoritariamente se define como creyente, no puede excluir a ninguna persona, porque cada uno de esos hijos de vida es imagen y semejanza de su Creador. Integración es el camino hacia el desarrollo.

¿Por qué, muchas veces, desecharnos nuestros hilos de vida? ¿Para ser bellos para otros, a los que seguramente importamos poco? Se pueden confeccionar telas por encargo, pero no sociedades por encargo. Conviene no confundirnos: una cosa es la prosperidad económica y otra la confección de un tejido humano incluyente, pero ambas se necesitan y se relacionan.

La macroeconomía no puede ser el criterio único para tejer una sociedad, sino un medio, porque el criterio último son los hilos de vida, cada persona es un fin en sí mismo.

Nos habían hecho creer que con sacar unos hilos contagiados el tejido quedaba bien, pero ha quedado desmentido por la pandemia que sufrimos. Se pensaba que unos pocos hilos podían subsistir aislados de los otros hilos. No es así. Si el tejido humano está roto en un lado, se deshilacha cada vez más y con él, el tejido económico y social se debilitan, solo es cuestión de tiempo.

Vayamos a la pregunta inicial: ¿Podemos tejer una historia distinta? ¿Es posible una historia sin hilos descartados? La solución no es descartar un hilo malo, la solución es deshacer la trama y volverla a hacer, con los mismos hilos. ¿Será por fin el momento de dejar de verdad a los hilos tejer su trama, decidir su futuro? ¿Podemos tejer un futuro que no favorezca a unos pocos ni descarte ninguna vida humana?

La pregunta es en plural: “¿Podemos tejer una historia nueva?”, porque nada se puede solo.

Nada estará bien sin más, todo pasará por nosotros y por la gracia de un Dios bueno al que todos amamos. No le pidamos a esta situación de emergencia que nos arregle los problemas de siglos.

Aprovechemos que se han desmontado muchas tramas falsas para empezar a dialogar y tejer una trama nueva. Para empezar ¿nos conocemos, nos valoramos unos a otros? Si queremos cambiar la historia, empecemos a narrar historias de vida. Porque para tejer vidas, hay que contarlas. Hay que narrar y escuchar historias bellas. No historias artificiales o manipuladas, sino historias auténticas y humanas que iluminen nuestras vidas.
Eso lo dejamos para el siguiente artículo: para tejer un tejido social nuevo se necesita entre otras cosas, “contar historias”.