El cierre de fábricas y la escasez de chips han generado una situación inédita en la industria, lo cual ha llevado a que no haya disponibilidad inmediata de automóviles de concesionarios.
Para cientos de miles de hondureños, su edad es una desventaja para aspirar a un puesto de trabajo o incluso hasta para tomar un curso de los que ofrece el Infop.