Autoridades policiales, en cumplimiento a una orden judicial, madrugaron a desalojar a unas 40 familias ubicadas en unos predios en la colonia Cerro Grande de la capital.
A las ocho en punto de la mañana de ayer, la Policía Nacional procedió al desalojo ordenado por los juzgados por el delito de usurpación de tierras.
A partir de informes, se trata de terrenos que son propiedad de la familia Hasbun, que desde hace años han venido siendo ocupados.
Inicialmente los habitantes de un sector de la zona 4 de dicha colonia se negaban a abandonar sus viviendas.
La histeria se apoderó de algunos hombres y mujeres, quienes forcejeaban y trataban de agredir a las autoridades que daban cumplimiento al mandato judicial.
Luego de los breves enfrentamientos entre pobladores y elementos policiales, éstos decidieron dejar el lugar.
Se estima que aproximadamente 20 viviendas, de las cuales muchas eran de material, fueron derribadas por las tractores.
Antecedentes
Este conflicto por tierras se ha venido propiciando entre las familias Gómez y Hasbun, esta última asegura que legítimamente los terrenos le pertenecen.
En junio de 2009, el Tribunal de Sentencia de Francisco Morazán decretó medidas de aseguramiento para que cesaran los efectos de los delitos de usurpación y daños que supuestamente la familia Gómez ocasionó a la empresa Urbanizaciones Hasbun en los terrenos ubicados en la zona.
Entre las medidas ordenadas por el tribunal se prohibía la permanencia de más de cien familias y el acceso a los terrenos ubicados en las zonas 1, 2, 3, 4, 5, 7 y 8 de la colonia Cerro Grande.
Se requirió a los querellados y demás ocupantes de los terrenos usurpados para que dieran cumplimiento a las medidas impuestas por dicho tribunal en un plazo de 72 horas, en caso contrario incurrirían en el delito de desobediencia y la ejecución forzosa de la orden judicial.
Sin embargo, quienes viven en dichos terrenos se negaban a dejar los predios, por lo que se procedió al desalojo.
Unas cien familias que habían comprado terrenos en esa zona tendrán que buscar otro lugar para vivir.