Los feligreses que asisten a la catedral San Pedro Apóstol se regocijaron ayer tras el retorno del párroco Saturnino Senis que desde hace dos meses estaba ausente por problemas de salud.
La iglesia lució abarrotada llenando de alegría al querido sacerdote que estaba en España recuperándose de una tromboflebitis en la vena femoral del muslo izquierdo que complicó su salud. Senis agradeció a Dios junto a los sampedranos estar mejorando y poder estar de nuevo en la que considera su casa.
El párroco dice que estaba desesperado por regresar y aunque sus parientes le pedían que se quedaran, su corazón le decía lo contrario. Ayer fue abrazado por ancianos, jóvenes y niños contentos de verlo.
“Yo estaba como un león enjaulado lejos de sus hijos. El recibimiento ha sido a abrazos abiertos”, dijo el sacerdote.
En la misa agradeció a la feligresía no haberse olvidado de los pobres que acuden a la Iglesia por ayuda. También les animó a seguir adelante pese a todos los problemas que enfrenta la nación.
“Gracias a todos aquellos que no se han olvidado de los pobres, lo han hecho bien. En cada pobre descubrimos el rostro de Jesús”, les recordó.
“Ya prontito vamos a avisar de las tres mil canastas de alimento en Navidad, si pudieran ser cuatro mil, mejor. A la gente le hago el llamado para que colabore”.
El estar en su país, España, le permitió también descubrir la difícil situación económica que atraviesan miles de familias allá al igual que en Honduras.
“Yo dije siempre en España que en Honduras había 17 muertos diarios, ahora leo el periódico que son 20. Terrible, terrible la corrupción y la pobreza. En España se empieza a ver también, porque la crisis es horrorosa”, indicó.
Expresó con preocupación no ver acciones de parte del gobierno del presidente Porfirio Lobo por generar oportunidades de empleo.
