Gala Aitana fue conectada en cuidados intensivos luchando por su vida tras ser diagnosticada con dengue grave.
Melvin Cubas / LA PRENSA
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Cuando Gala fue diagnosticada con dengue grave, su madre experimentó en primera persona el peor de los dolores y pensó que en algún momento su hija se le iba.
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Yesenia Briones sostiene la mano de su hija Gala meses después de haber salido del hospital Catarino Rivas, aferrándose a la fe en medio de la incertidumbre.
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El personal médico del hospital trabajó incansablemente para estabilizar a Gala, con solo un 5% de probabilidad de vida.
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Cadenas de oración se extiendieron por toda Honduras y en el extranjero mientras Gala continuaba su batalla en una UCI.
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Gala, intubada y rodeada de equipos médicos, se aferró a la vida bajo la mirada vigilante de su madre.
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Tras días críticos, Gala comenzó a mostrar señales de recuperación, sorprendiendo al equipo médico que la atendió.
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Yesenia Briones, con lágrimas en los ojos, agradece a Dios por el milagro de la recuperación de su hija.
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Yesenia apenas se separaba del lado de Gala mientras la pequeña luchaba por recuperarse en una de las UCI del Mario Rivas.
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Gala recupera su alegría y energía, jugando de nuevo tras vencer la enfermedad que casi le arrebata la vida.
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La pequeña Gala Aitana, símbolo de esperanza y resistencia, disfruta de su nueva oportunidad de vida.
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”Por un momento pensé que mi hija se me estaba muriendo”, exclamó Yesenia mientras recordaba la crónica de la vida de Gala cuando pasó de un hospital a otro.
