21/12/2025
09:54 PM

Sus espíritus inmundos

En los Evangelios vemos con frecuencia la presencia de ciertos 'agentes' malignos que influyen en las conciencias de las personas y que les hacen causar daños físicos y morales.

    En los Evangelios vemos con frecuencia la presencia de ciertos 'agentes' malignos que influyen en las conciencias de las personas y que les hacen causar daños físicos y morales.

    Son 'fuerzas inteligentes' que hacen que las personas se internen en cementerios, por ejemplo, y sean muy agresivas contra sí mismas y las otras personas, o intenten suicidarse lanzándose al agua o al fuego, o que queden mudas y sordas.

    Y hay dos clases de 'presencias': las posesiones diabólicas en donde una 'legión' toma la vida de una persona y la va destruyendo y de 'influencias' en ciertas áreas del ser humano que lo van doblegando y haciendo perder energía y vida de calidad.

    Son dos cosas diferentes. Pues, quiero hablarle de los 'espíritus inmundos' como 'presencias malignas' que tocan ciertos aspectos de su personalidad y comportamientos.

    Pongo la siguiente comparación: Usted se causa una herida en un brazo accidentalmente con un machete. No se cura la herida y en ella se posan moscas y otros insectos que la infectan y le van produciendo una enfermedad que le va carcomiendo la piel de todo el brazo.

    Pues nosotros tenemos energías positivas como la llamada energía 'de defensa' que le permite enfrentarse a un lobo y con un palo golpearlo y ahuyentarlo, para que no lo mate a usted. Pues esa 'agresividad positiva' si la usa para golpear sin control e injustamente a un hijo, se convierte en negativa.

    Ésa es la 'herida moral' que si no se cura, inmediatamente es contagiada por un 'espíritu inmundo', la cólera, que lo hará más agresivo, intolerable, peligroso y lo habituará a usar la violencia, causando algún día el acto de un terrible asesinato.

    Igual pasa con la energía sexual, que es positiva y permite expresar su amor a su cónyuge y engendrar. Si la usa negativamente por puro placer e instrumentalizando a los demás, aprovechándose de otros, se convierte en 'una herida moral' que se va a infectar y lo llevará a tener 'una gangrena espiritual', lujuria, que con el tiempo irá destruyendo su ser entero. La unión de muchos violentos y lujuriosos crea una cultura de la muerte.

    Un espíritu inmundo sería una presencia activa, relativa, del mundo de las tinieblas que acompaña todo proceder negativo, maligno, destructivo. Esta presencia lo va convirtiendo en un esclavo de ciertos actos. No es posesión diabólica, (para eso los exorcismos), pero tiene una gran fuerza que sólo puede ser contrarrestada, igualmente, con el Poder de Dios.

    La oración, la confesión, la Eucaristía y una disciplina personal activa podrán sanar esa herida moral y con la ayuda psicológica, cuando es necesaria, completar la sanación.

    Expresiones como: 'no puedo vencer esto', 'no sé porqué hago estas cosas', 'lucho y lucho, pero no puedo', etc., hablan de esto.

    Una terapia espiritual profunda hace el trabajo de sanar las heridas y con la ayuda de otros, ir conociendo por qué hace las cosas y cómo ir superando ciertos comportamientos.

    Le digo esto, porque para sanarse totalmente de algo que le hace mucho daño, el componente espiritual es fundamental. Todas las terapias psicológicas ayudan mucho, pero son insuficientes cuando hay 'ataduras', dependencias a factores 'espirituales' que necesitan la terapia espiritual.

    Por eso los confesores y directores espirituales recibimos casos mandados por psicólogos y a su vez, nosotros mandamos muchos casos a buenos profesionales de la psicología y alguna vez, cuando son casos complicados mentales, a los psiquiatras.

    Ya sabe usted, que nosotros podemos vencer cualquier cosa negativa si confiamos en el Poder Divino, porque con Dios somos invencibles.