Repatriando a Valle y a Bográn

El acucioso historiador y docente guatemalteco, Guillermo Zúñiga, ha logrado ubicar las tumbas en donde yacen los restos mortales de dos sobresalientes hondureños

El acucioso historiador y docente guatemalteco, Guillermo Zúñiga, ha logrado ubicar las tumbas en donde yacen los restos mortales de dos sobresalientes hondureños: José Cecilio del Valle (1777-1834) y Luis Bográn (1849-1895). Uno abogado de profesión, el otro militar, ambos fallecidos prematuramente.

El cholutecano, que siendo niño se trasladó junto con su familia a la sede de la Capitanía General de Guatemala, sin retornar a Honduras, forma parte del panteón de nuestros próceres, por su trayectoria cívica como defensor de la independencia tanto del imperio español como del mexicano, al igual que por su estudio permanente, en lo económico, estadístico, histórico, antropológico, de su patria grande, su excitativa pionera por la unidad de las nuevas naciones americanas, su vocación de servicio que lo llevó al desempeño de altos cargos públicos, merecedor del respeto y confianza de la mayoría de sus compatriotas, otorgándole el voto para que ocupara la titularidad del Poder Ejecutivo de la República Federal, interponiéndose para ello el fraude electoral en su primera postulación y la muerte en la última.

El santabarbarense, continuador de la Reforma Liberal, inaugurada por Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa (1876-1883), diputado al Congreso Nacional, Ministro de Gobernación, electo presidente de Honduras (1883-1891).

Ignoramos si en su testamento Valle pidió que sus restos mortales descansaran en Guatemala tal como Morazán lo consignó al solicitar fuera sepultado en El Salvador, por la lealtad que su pueblo le demostró a lo largo de su ciclo vital.

Si el Sabio no dispuso el lugar en donde deseaba descansar para siempre, las gestiones para su repatriación son factibles, a fin que retorne a su tierra natal. Lo mismo es válido para Bográn.

Gracias a la acuciosidad investigativa del catedrático Guillermo Zúñiga sabemos ahora, con certeza, el sitio en donde permanecen los despojos de ambos; ahora toca a las fuerzas vivas hondureñas gestionar y financiar el retorno de ambos compatriotas a la patria chica hondureña, bajo la coordinación de nuestra Cancillería.

Ya otros dos ilustres hondureños que fallecieron en el exterior, en San Salvador y San José de Costa Rica; gestiones oficiales y de sus familiares permitieron su repatriación. Nos referimos a los poetas, cuentistas, periodistas Juan Ramón Molina (1875-1908) y Froilán Turcios (1874-1943). Este último recopiló la dispersa producción literaria de Molina, con el título Tierras, Mares y Cielos.

Te gustó este artículo, compártelo