Miles de fieles asistieron ayer en Swiebodzin, oeste de Polonia, a la consagración de la estatua de Jesucristo más grande del mundo, un monumento que supera los 52 metros de altura.
Los actos comenzaron con una misa en el cercano santuario de la Misericordia Divina y continuaron con una peregrinación hacia el recinto en el que se levanta el monumento Jesucristo Rey del Universo, construido gracias a donaciones privadas, en su mayoría de los 21,000 habitantes de Swiebodzin.
La figura mide 33 metros, que corresponden a los 33 años que vivió Cristo. A ellos se suman tres metros de la corona, de nuevo una cifra simbólica, ya que representan los años que Jesús dedicó a predicar. Si se suman los 16.5 metros de la peana que le sirve de apoyo, el monumento tiene 52.5 metros. La estatua -más elevada incluso que el Cristo Redentor de Río de Janeiro- fue completada el 6 de noviembre. Su envergadura y peso también son impresionantes: 440 toneladas.
Los últimos elementos de la estatua, la cabeza y los brazos, fueron instalados con ayuda de una enorme grúa de 700 toneladas, siguiendo las instrucciones de su diseñador, el sacerdote local Sylvester Zawadski.