24/11/2025
09:13 PM

Reos de Copán también hacinados

Los hechos sangrientos en el centro penal de San Pedro Sula y la Penitenciaría Nacional en Támara dejan al descubierto la débil seguridad de estas instituciones. La obsoleta y calamitosa infraestructura física no abona en nada.

Los hechos sangrientos en el centro penal de San Pedro Sula y la Penitenciaría Nacional en Támara dejan al descubierto la débil seguridad de estas instituciones. La obsoleta y calamitosa infraestructura física no abona en nada.

El clase tres Elvis Antonio Maradiaga está a cargo del centro penal de Santa Rosa de Copán desde hace cinco meses; junto con el director Lino Santos Hernández, asumió el reto de controlar la situación después de las fugas de dos peligrosos internos: el guatemalteco Emidio Lemus y Eduardo Chinchilla.

Ahora tienen el reto al recibir 22 'pesetas' que fueron trasladados del presidio de San Pedro Sula.

Son 50 policías penitenciarios que vigilan los movimientos en el penal. La seguridad fue reforzada con una patrulla de la Policía Nacional que apoyará ante la llegada de los 22 'pesetas'. El centro penal fue construido en 1985 para 50 internos, pero hoy alberga a 533, más los 22 trasladados.

Pagan

Los privados de libertad dedican su tiempo a actividades productivas en el penal.

Comentan que para hacer labores orientadas a su rehabilitación deben pagar a la administración un porcentaje de sus ganancias.

Por ejemplo, una parte de ellos trabaja en el taller de carpintería que las hermanas franciscanas de la Inmaculada montaron hace tres años.

Anualmente pagan el 10 por ciento de las utilidades obtenidas por convenio con la Dirección General de Centros Penales.

Los que se dedican a elaborar hamacas, atarrayas y bisutería deben pagar a la administración entre 50 y 100 lempiras mensuales.

Los días de visita, algunos internos instalan centros de ventas por los cuales

Trabajo Los privados de libertad se dedican a elaborar hamacas y otros productos.

pagan 200 lempiras, otros juegan naipes y billar y para operar pagan 150 lempiras mensuales.

En el penal se ha implementado un taller de sastrería donde se capacitan nueve internos, además se desarrollan programas de alfabetización y se da un espacio para que los grupos afines a la iglesia puedan alabar a Dios.

El área de la cocina muestra deficiencias que los reos quisieran que se mejoraran.

'El administrador Ramiro Cárdenas debe proveernos de los insumos para la salubridad, especialmente en los alimentos, pero aquí se nos niegan muchos materiales para el aseo, no sabemos por qué; hay ingresos y nadie sabe qué se hacen y la comida debe mejorar', aseveró uno de los internos.

Los propios reos preparan los alimentos diariamente; otros prefieren cocinar en los pequeños espacios que poseen porque la alimentación no es la mejor, aseguran, aunque se incrementó en un lempira el costo de las comidas por cada interno.

El hacinamiento es otro problema. No hay camas, a tal grado que unos 30 internos tienen que dormir en el suelo. Son 25 celdas y todas están al tope. No hay más lugar. En camarotes, de cuatro en cuatro, los reos tienen que aprovechar al máximo la estrechez de la celda para tener un rincón privado.

Otros con mejor suerte y solvencia económica alquilan cuartos privados. El interno que ingresa en estos dormitorios paga dos mil lempiras y una mensualidad de 380.

Los espacios de recreación son pocos: apenas una cancha de fútbol ofrece una alternativa para practicar deportes.

Los jueves, sábados y domingos son días de visitas en el penal. Hay una caseta para efectuar los registros.

Por las quejas de las visitantes a Derechos Humanos se eliminó el registro de partes intimas que se realizaban a las mujeres, sobre todo para detectar el ingreso de droga.

Los trasladados

Los nuevos internos han asimilado bien el cambio.

En su mayoría afirman que se sienten bien por el trato que se les ha dado en este centro.

'Este penal es tranquilo, hay paz y lo mejor es que garantizamos nuestras vidas', manifestó Edwin Ramos. En una esquina del pequeño patio del penal, otro grupo de pesetas recién llegados dan gracias a Dios por haber sido enviados a Copán.

'Soy de El Progreso, ahora mi familia tendrá que gastar más para venir hasta aquí, pero estamos bien', dijo Santiago Chávez.

Reclusos En los últimos 10 meses se fugaron dos reos peligrosos ante la precariedad de la seguridad en el penal.

Las reacciones ante lo ocurrido en Tegucigalpa por la muerte de algunos de sus compañeros no dejó de inquietar a los pesetas, que condenaron el hecho. 'Culpamos al director por lo ocurrido. Le pedimos que no nos trasladara y ahora mire los resultados', acusó Franklin Rosales.

'Hacemos lo que podemos en la seguridad porque hay 50 policías y la demanda es alta'.

Elvis antonio Maradiaga
Subdirector del penal

'Gracias a Dios nos han tratado bien porque sentíamos temor por nuestras vidas'.

Santiago chávez
Peseta de SPS

Datos

Procesados Hombres: 147

Mujeres: 3 Extranjeros: 2

Sentenciados Hombres: 388

Mujeres: 14

Extranjeros: 1
Total: 555