Tropas rusas y georgianas libraban ayer una batalla cruenta en Osetia del Sur después de que Georgia lanzara una ofensiva por el control de esta región separatista pro rusa, cuya capital, Tsjinvali, dicen controlar tanto los osetios como Tiflis.
Esta escalada bélica, que ha causado al menos cientos de muertos, alarmó a Occidente, en particular a Estados Unidos y la Unión Europea, UE, que se han movilizado para intentar evitar el caos en la región explosiva del Cáucaso.
Osetia del Sur proclamó su independencia en 1992 tras la caída de la Urss y quiere adherirse a la Federación de Rusia junto a los osetios del norte.
El presidente georgiano Mijail Saakachvili nunca ha disimulado su intención de reintegrarla en Georgia, y desea hacer lo propio con Abjasia, otra región separatista que es escenario de gran tensión.
Por la noche Saakachvili declaró que sus tropas “controlaban todo el territorio de Osetia del Sur, con la excepción de Djava”, una localidad al norte de la capital, y “completamente Tsjinvali”.
Escalada de violencia
“Los rusos bombardearon duramente Tsjinvali durante el día. Si no detenemos a Rusia los tanques rusos entraran un día en cualquier otra ciudad europea”, advirtió.
En las filas georgianas, “murieron 30 personas, en su mayoría militares”, agregó el Presidente.
Durante la jornada, los georgianos ya habían anunciado la toma de la capital y, al cabo de un rato, su pérdida.
Al anuncio presidencial, las fuerzas armadas osetias replicaron afirmando que “controlaban” la capital, según la portavoz del Gobierno rebelde, Irina Gagloyeva, citada por Interfax.
“Toda la ciudad de Tsjinvali está controlada en estos momentos” y los combates continúan”, aseguró.
Ayer, Osetia del Sur estaba al rojo vivo. Georgia decidió repatriar a la mitad de su contingente en Irak, o sea unos mil hombres, para hacer frente a “una intervención militar rusa”, declaró el secretario del Consejo de Seguridad, Alexandre Lomaia.
Solicitud
Según un funcionario militar estadounidense, Georgia pidió a Estados Unidos aviones para desplazar a sus tropas desde Irak. El mando de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz, citado por RIA-Novosti, señaló que las “unidades militares georgianas estaban enzarzadas en combates encarnizados ayer por la noche al sur de Tsjinvali”.
Un responsable del ministerio de Defensa rusa anunció, por su parte, que los tanques y la artillería rusos habían “destruido” posiciones georgianas en los alrededores de la ciudad. Y al mismo tiempo, el subsecretario del Consejo de Seguridad de Osetia del Sur, Ruslan Gagloyev, informaba de la entrada de blindados rusos en el norte de la capital.
El comandante de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz, general Marat Kupajmetov, aseguró que Tsjinvali quedó “casi destruida por numerosos bombardeos”. El presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoity, denunció que cientos de civiles perdieron la vida en la capital durante la ofensiva georgiana y dio parte de 1,400 víctimas mortales en todo el territorio.
EUA insta a un cese al fuego
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, dijo al presidente estadounidense, George W. Bush, que hay voluntarios rusos dispuestos a combatir contra las fuerzas georgianas y sería “difícil retenerlos”, informaron fuentes rusas en Beijing. Estados Unidos y Francia, Presidenta en ejercicio de la UE, enviarán una delegación conjunta para intentar obtener un cese el fuego.
La secretaria de Estado, Condolezza Rice, instó a Rusia a detener los ataques con aeronaves y misiles en la región separatista georgiana de Osetia del Sur, y exigió el retiro de las fuerzas de combate del territorio.
En un comunicado, Rice dijo que Estados Unidos quiere que Rusia respete la soberanía de Georgia y acceda a una mediación internacional con Tiflis, en un intento por poner fin a la crisis en el antiguo estado soviético, la cual amenaza con desencadenar una guerra en la región.
En Moscú, funcionarios dijeron que Rice habló sobre el asunto con el canciller ruso Sergei Lavrov.
Georgia, aliada de Estados Unidos, lanzó una ofensiva militar sorpresiva el viernes, para recuperar Osetia del Sur.
El ataque habría dejado cientos de muertos y provocó una respuesta inmediata de Rusia, que envió tanques al otro lado de la frontera y según algunos reportes, bombardeó bases aéreas georgianas. El presidente estadounidense George W. Bush y como el primer ministro ruso Vladimir Putin asistieron a la inauguración de los Juegos Olímpicos en Beijing. Bush habría planteado a Putin sus preocupaciones sobre los combates. “Estados Unidos apoya la integridad territorial de Georgia”, dijo Dana Perino, vocera de la Casa Blanca.
Sépalo
El Consejo de seguridad de la ONU estaba reunido de nuevo el viernes para intentar encontrar una salida a la espiral de violencia.
El presidente Mijail Saakachvili decretará el estado de excepción, dijo la secretaria del Consejo Nacional de Seguridad de Georgia.