La introducción de los gecos a nuestro país y la aceptación del rambután como producto de exportación a Estados Unidos son algunos de los logros del científico norteamericano Eugene Ostmark, quien murió la semana pasada en EUA.
Este entomólogo, especialistas en insectos y plantas, llegó a Honduras en la época del oro verde: las bananeras.
En 1963 Ostmark se radicó en La Lima, en el Centro de Investigación Mundial del Banano.
Luego de que la compañía decidiera cerrar operaciones, procedió a donar el centro y sus instalaciones a la Fundación Hondureña de Investigación Agrícola, Fhia; sin embargo, esto no fue obstáculo para que el especialista siguiera prestando sus servicios como director de investigación de dicha institución.
Este hombre nacido en 1932 se enamoró de La Lima y de Honduras, por lo cual decidió radicar en esta zona por más de 30 años. Con la desaparición física del destacado científico, el mundo ha perdido uno de los mejores especialistas en el cultivo de banano que haya existido. Sus descubrimientos han contribuido por muchos años a mejorar la producción de esta fruta en forma favorable con el medio ambiente en varios países.
Logros
Durante su estadía en la Fhia, el entomólogo colaboró en el diseño de la investigación que finalmente condujo a Estados Unidos a aceptar el rambután hondureño. 'Estamos todos muy consternados con la muerte del doctor. Él fue un ávido amante de la naturaleza y uno de sus pasatiempos era observar y estudiar las aves, científicamente esto se conoce como ornitólogo', declaró el director de la Fhia, Adolfo Martínez.
Resaltó las habilidades artísticas del científico, pues sus acuarelas, principalmente de motivos naturales y de La Mosquitia, han sido exhibidas en varias exposiciones en el país, al igual que sus obras talladas en madera.
Otra de las dedicaciones de Ostmark fue la reproducción de avestruces, ovejas, conejos y pavos reales.
Su casa en el sector de Ticamaya es un jardín botánico, sembrado con plantas ornamentales, árboles y frutales traídos de varios países. No cabe duda de que La Lima y la sociedad hondureña ha perdido un científico ilustre, amante del estudio de los insectos y de la naturaleza.
Tristeza
El doctor Ostmark, de 76 años, murió el pasado 15 de abril en Punta Gorda, Florida, después de una breve enfermedad causada por el cáncer de páncreas. Lo acompañaron su esposa Chris, sus hijos Karen, Ginie, Eric y sus nietos.