Steven Kazmierczak alquiló una habitación en un hotel cercano a la Universidad del Norte de Illinois tres días antes de cometer el cruento tiroteo en el recinto escolar que terminó con su suicidio.
El gerente del hotel dijo ayer que Kazmierczak pagó en efectivo y firmó sólo con su nombre de pila. Kazmierczak fue visto el martes por última vez en el Travelodge, dijo el gerente del hotel, Jay Patel. En la habitación aparecieron el viernes por doquier colillas de cigarrillos, botellas vacías de bebidas energéticas y envases de medicinas antigripales.
Las autoridades encontraron una bolsa de lona que tenía las cremalleras unidas con pegamento, la cual fue dejada por Kazmierczak en el cuarto, dijo el teniente de policía Gary Spangler, de DeKalb. Una brigada especializada en bombas abrió el viernes la bolsa con medidas precautorias, añadió.
El diario Chicago Tribune publicó ayer que la Policía encontró municiones en la bolsa, atribuyendo la información a fuentes policiales. Spangler no mencionó el contenido de ésta. Kazmierczak dejó también una computadora portátil, que fue decomisada por la Policía, declaró Patel a The Associated Press.
'Esto es aterrador', expresó Patel y aseguró que llamó a la Policía cuando encontró la computadora.
Los nuevos hallazgos podrían ayudar a despejar las incógnitas en torno a Kazmierczak, un estudiante de posgrado de 27 años que algunos consideraban tranquilo, confiable y divertido. El jueves, Día de San
Con mensajes llenos de fe y rogando por su eterno descanso, los alumnos de Illinois despidieron a sus compañeros.
Escena compremetedora
Una ex trabajadora de un centro de tratamiento psiquiátrico de Chicago dijo que Kazmierczak fue llevado por sus padres a ese lugar al terminar la escuela secundaria. De acuerdo con esta versión, el joven se hacía cortes en el cuerpo y se resistía a tomar medicamentos.
Kazmierczak fue celador de prisión por un breve tiempo que terminó abruptamente cuando dejó de ir al trabajo. También estuvo en el Ejército por seis meses entre 2001 y 2002, pero le dijo a un amigo que lo habían dado de baja por problemas psicológicos. Sigue siendo un misterio cuáles fueron exactamente los móviles que llevaron a Kazmierczak a abrir fuego en su antigua universidad y en un aula determinada.
De acuerdo con fotografías del interior de la habitación alquilada por Kazmierczak, había una bolsa con torundas de algodón en la cama, una linterna en el buró y botellas de agua y bebidas energéticas vacías en un cajón al lado de la cama.
Dispersas en repisas, cajones y en el bote de basura del cuarto había cajetillas vacías de cigarrillos, un recipiente de crema de primeros auxilios, una caja de venditas adhesivas, ampolletas de analgésicos de venta libre a medio llenar, varios fármacos antigripales y anticongestivos y un aparato para humedecer el rostro.
Tres días después de registrarse en el hotel, Kazmierczak llegó a la universidad con tres pistolas y una escopeta de activación neumática, salió detrás de un biombo en una aula de conferencias y abrió fuego contra los estudiantes presentes en un curso de geología. Mató a cinco alumnos y luego se quitó la vida.
El jefe de la policía universitaria, Donald Grady, dijo el viernes que Kazmierczak comenzó a actuar erráticamente en las últimas dos semanas después de que dejó de tomar sus medicamentos.
El 9 de feb
a noche del viernes, los estudiantes dieron tributo a las víctimas caídas.
Las cuatro armas fueron compradas legalmente a un comerciante con autorización federal, dijo Thomas Ahern, un vocero de la federal Oficina de Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.<
El blog de Kazmierczak
'Un buen estudiante'. Así calificó John Peters, presidente de la Universidad Northern Illinois, a Steve Kazmierczak, el antiguo alumno de 27 años que el jueves pasado asesinó a cinco personas en una de las aulas de este centro educativo, situado a unos 100 kilómetros de Chicago. Kazmierczak se graduó en 2006 en Sociología y fue vicepresidente de la Asociación Académica de Justicia Criminal. Llegó a recibir un premio por una de sus investigaciones, sobre las automutilaciones e intentos de suicidio de los presos recluidos en cárceles estadounidenses.
Sin embargo, en su blog personal sonaba diferente: 'Odio a la gente', dice en él. 'Voy a matar', se lee en una especie de jeroglífico. 'Deja mi teclado en paz', añade, hablándose a sí mismo. 'Odio. Estas letras son la prueba de mi odio. Nada de esto tiene sentido'. Esta entrada la escribió hace exactamente tres años, el 16 de febrero de 2005. En al menos una revisión de expedientes policiales, no tenía antecedentes penales.
El jueves por la tarde, Kazmierczak se escondió tras una cortina con un rifle y tres pistola
Los familiares mostraron una imagen de su hijo junto a Santa Claus.
Antes de las tres entró en el aula, situada en el pabellón Cole. Se estaba impartiendo geología a unos 160 alumnos. Kevin McEnery estaba entre ellos. 'Comenzó a disparar; sólo vi a gente correr', cuenta un testigo. 'Y conté los disparos. Treinta en total', dijo a la cadena de televisión CNN. Kazmierczak asesinó a cinco estudiantes, dejando a otros 21 malheridos. Después se quitó la vida. Sus víctimas tenían entre 19 y 32 años. Tres murieron en el acto. El resto falleció en el hospital.
