España ya no fuma o al menos fuman menos que antes.
Establecida la ley antitabaco que entró en vigor el 1 de enero del 2006, a los españoles se les está complicando encender su tradicional cigarrillo dentro de su espacio de trabajo o en los bares y cafeterías donde lo típico era su “Cañita” (cerveza) y su “Ducado” (cigarrillo de tabaco negro).
Para muchos, la ley es absurda, ya empezaron las quejas y las malas miradas hacia los dueños de bares que han puesto en marcha esta ley.
Ahora los bares se dividen en dos, en los que se puede fumar y en los que no, dependiendo del tamaño del establecimiento, en algunos lugares se han habilitado espacios para fumadores.
Campaña
Debido a que España es un país donde tradicionalmente se fuma, y mucho, sin ningún respeto a los espacios públicos, las autoridades sanitarias han puesto en vigor una campaña publicitaria por todos los medios, para concienciar a los fumadores, a que respeten estos espacios sin humo, a convencerlos que es bueno para ellos mismos dejar el tabaco, dentro de los lugares de trabajo.
Ahora en los bancos ya no se encuentra la típica imagen de la cajera que fumaba en la cara del cliente con toda confianza.
Las empresas e instituciones han tenido que ceder parte del tiempo laborable, evitándose así malestares entre los trabajadores a causa del vicio, para que estos salgan a la calle en varios momentos del día para fumarse un “piti” (cigarrillo).
Por eso, ahora es normal ver a muchos trabajadores en horas de trabajo en la puerta de entrada de su oficina fumando a solas o en grupo.
De alguna manera esto ha venido a beneficiar a las empresas, pues han podido, sin quererlo, formar grupos de “colegas” que salen a fumarse su cigarrito de cuando en cuando, uniendo a los trabajadores y formando un buen ambiente de trabajo.
Muchos, también han decidido ayudarse dentro del grupo de fumadores y han tomado la difícil decisión de dejarlo.
Sin duda alguna este ha sido un duro golpe para la industria tabacalera, las primeras consecuencias ya se empezaron a ver, “Altadis” la principal tabacalera de España, tuvo que subir los precios de sus productos 35 céntimos de Euro.
Mientras que la internacional “Phillip Morris” en una inteligente y escandalosa estrategia, sin duda, bajó el mismo día el precio de todos sus productos, 20 céntimos de euro.
Si para los españoles no fumar en los lugares de trabajo es algo raro, en América lo raro es no respetar los lugares públicos donde no se debe fumar.
España ya no huele a tabaco, o al menos huele menos. Justamente la ley entró en vigor en uno de los puntos más tensos en cuanto a política interior.
Cabe de alguna manera cuestionarse si tanta tensión que ha provocado esto de no poder fumar en su lugar de trabajo, ha encrispado los nervios de los políticos y ha puesto en apuros al gobierno socialista de Zapatero.
Quizá no valga la pena el cuestionamiento, pero algo si es seguro, España comenzó el año con los pulmones limpios y con unas tabacaleras que se comen las uñas por el vicio.
La prohibición de fumar en lugares públicos no ha sido bien recibida por algunos sectores.
Alemania: Los mandatarios han preparado un proyecto de ley con el que pretenden censurar la publicidad de tabaco y el patrocinio.
Austria: Expertos consideran que es uno de los países europeos que menos protege a los ciudadanos de los efectos nocivos del tabaco.
Bélgica: Desde el 2003 es obligatorio incluir mensajes sobre los riesgos de los cigarrillos en los paquetes.
Finlandia: En la década de los 70 prohibió el consumo de tabaco en los lugares públicos.
Suecia: Fue el primer país en introducir mensajes en los paquetes de tabaco.
EUA: En julio de 1998 California se convertía en el primer estado libre de humos y ahora tiene una de las legislaciones antitabaco más estrictas y costosas del mundo.
Polonia: En el año 1998 el parlamento polaco estableció que los avisos sobre los riesgos para la salud debían ocupar un 30% de las caras de los paquetes.
Test genético
Un examen de ADN podría servir para identificar qué fumadores poseen un gen adictivo y ayudar a diseñar tratamientos a medida, según un equipo de la universidad de Oxford.
El NicoTest, desarrollado por g-Nostics, podría ser empleado de la misma forma que los auto exámenes que miden el nivel de glucosa en la sangre en los diabéticos.
Aquellos que poseen el gen adictivo, casi un 35% de la población, tienen mayores posibilidades de dejar de fumar si recurren al tratamiento adecuado.
Los bares están divididos en dos secciones: donde se permite fumar y donde es prohibido.
