El Pentágono fijó este miércoles su política pública sobre el tratamiento a los prisioneros de la 'guerra contra el terrorismo' al afirmar en una directiva que el ejército estadounidense debe respetar el artículo 3 de las Convenciones de Ginebra, que prohibe la tortura.
'Todos los detenidos deberán ser tratados humanamente y de acuerdo a las leyes estadounidenses y las leyes de la guerra', dice la directiva firmada por el alto funcionario del Pentágono Gordon England.
Los militares estadounidenses 'deberán aplicar al detalle, sea cual sea el estatus legal del prisionero, las reglas del artículo 3 de la Convención de Ginebra de 1949', agrega.
En 2002 el presidente estadounidense George W. Bush declaró que los miembros de Al Qaida y otros detenidos, presuntamente terroristas, capturados en la invasión a Afganistán eran 'enemigos combatientes' que no gozaban de la protección de la Convención de Ginebra.
El artículo 3 de la Convención de Ginebra prohibe 'el tratamiento cruel y la tortura'. Estipula además que los combatientes capturados, sean prisioneros de guerra tradicionales o no, deben 'en toda circunstancia ser tratados humanamente sin distinción de raza, de color, de religión, de sexo, de nacimiento o de rentas o de cualquier otro criterio'.
La nueva directiva se aplica a prisioneros bajo la responsabilidad del Pentágono, precisó uno de sus portavoces, Bryan Whitman. Esto significa que no afecta a los detenidos interrogados por agentes de la CIA en prisiones secretas en el extranjero.
Esta directiva es una continuación del juicio de la Corte Suprema de Estados Unidos que a finales de junio invalidó los tribunales de excepción de Guantánamo. La Corte Suprema había juzgado que el artículo 3 de la Convención de Ginebra se aplicaba al conflicto con Al Qaida y los 'enemigos combatientes'.
Washington tiene actualmente 450 prisioneros de la 'guerra contra el terrorismo' detenidos en su base de Guantánamo, Cuba. Solo 10 de ellos han sido hallados culpables, y la gran mayoría no tiene acusación formal ni acceso a abogados.
Por su parte, la Casa Blanca indicó que Bush propuso este miércoles una nueva legislación para juzgar a los prisioneros de Guantánamo, en respuesta a la decisión de la Corte Suprema.
El Pentágano también publicó este miércoles un nuevo manual de interrogación, destinado a servir de referencia para las tropas estadounidenses en el trato a los prisioneros. En él se detalla las técnicas y los procedimientos autorizados para interogarlos.
La revisión del manual se inició a raíz de las revelaciones en 2004 sobre las torturas inflingidas a detenidos iraquíes por los soldados estadounidenses en la prisión de Abou Ghraib, que provocaron gran conmoción en el mundo.
El Pentágono inicialmente pretendía mantener en secreto una parte del manual sobre las técnicas autorizadas para evitar que sus adversarios puedan hacerle frente.
Pero la publicación del manual fue postergada durante varios meses debido a presiones de parlamentarios estadounidenses que buscaban que todas las técnicas de interrogatorio sean publicadas.
Una ley aprobada en diciembre por el Congreso estadounidense prohibió el trato cruel, inhumano y degradante a los presos detenidos en prisiones estadounidenses en el todo el mundo e hizo el manual de interrogación como referencia para todo su ejército.