Las investigaciones sobre el aterrador caso de secuestro e incesto perpetrado por Josef Fritzl, el 'monstruo de Austria' que durante 24 años mantuvo encerrada a su hija a la que engendró siete hijos, se orientaba este miércoles a la búsqueda de eventuales cómplices.
Cinco días después del terrible hallazgo, la policía seguía revisando meticulosamente 'la casa del horror' de Amstetten -a 100 km de Viena- donde Josef Fritzl, de 73 años, mantuvo encerrada a su hija Elisabeth, que hoy en día tiene 42 años.
A pesar de la confesión completa del principal sospechoso, el jefe de la policía criminal de Baja Austria (este), Franz Polzer, estimó que la investigación podría durar 'seis meses'.
El tiempo necesario para examinar las pruebas que desde el lunes la policía está sacando en cajas de cartón de la vivienda donde Fritzl secuestró a su hija durante casi un cuarto de siglo con tres de los siete hijos fruto de la relación incestuosa que le impuso su padre.
También será necesario esperar que las víctimas, que están en el servicio psiquiátrico de una clínica de Amstetten-Maurer al amparo de los medios de comunicación, vuelvan a estar lo suficientemente equilibradas como para soportar una audiencia policial.
Elisabeth, cinco de los niños y la madre de la víctima, están sometidas a terapia individual, aún si están todos juntos en esa unidad psiquiátrica, pues 'todos están traumatizados en diversos grados', destacaba el miércoles el responsable de ese nosocomio, Berthold Kepplinger.
'Debemos proceder con mucho cuidado para no estresar a los pacientes', indicó antes de precisar que para una eventual audiencia policial o judicial, 'será necesario esperar un tiempo'
El drama podría haber sido más corto si el equipo que en 1999 fue a la vivienda para revisar la caldera que estaba en el sótano, hubiera imaginado lo que ocurría detrás de esa pared.
'No tenían ninguna posibilidad de saber lo que se ocultaba detrás', dijo a la televisión austríaca ORF un portavoz de la alcaldía de Amstetten, Hermann Gruber.
Al confesar el lunes sus delitos ante la policía, Fritzl reconoció que poco después del nacimiento en 1996 del séptimo niño que engendró a su hija, que nació muerto, quemó el cuerpo del gemelo en esa caldera.
El canciller austríaco Alfred Gusenbauer, prometió este miércoles que preservará la imagen de Austria tras el descubrimiento del caso Fritzl.
'No se puede hablar del caso Amstetten, no se puede hablar del caso Austria, se trata de un caso particular', dijo Gusenbauer tras afirmar que no puede 'aceptar que la imagen internacional de Austria se vea empañada' por este caso.
Josef Fritzl, encarcelado en Sankt Polten, debería volver a comparecer ante el fiscal la semana próxima.
El lunes confesó sus delitos Poco después, los resultados de las pruebas de ADN confirmaban que es el padre de los seis hijos de Elisabeth.
Pero el martes no dijo ni una palabra al juez de instrucción y la semana que viene debería comportarse de igual forma aconsejado por su abogado, Rudolf Mayer, especialista en casos mediáticos Su defensor reclamó que sea sometido a exámenes psiquiátricos.
'Es necesario determinar si mi cliente es responsable de sus actos. Quizá sea esquizofrénico. Después de todo, tuvo una doble vida', se preguntó el letrado en el diario Die Presse.
'Quizá sea declarado responsable y tener un disfuncionamiento mental', añadió, antes de expresar su preocupación por la seguridad de su cliente en la cárcel, donde los delincuentes sexuales son particularmente mal vistos.
Interrogado por el diario Salzburger Nachrichten, el psiquiatra y experto judicial Reinhar Haller, estimó que Fritzl no es enfermo mental pero padece 'narcisismo', una enfermedad vinculada a menudo a un deseo de control al otro Mayer rechaza las acusaciones de violación y homicidio por neligencia.
Si la justicia reitene ese último delito, Josef Fritzl podría ser condenado a cadena perpetua.
La justicia investiga la responsabilidad del sospechoso en la muerte de un bebé de días luego de su nacimiento en el sótano en 1996 por falta de atención médica.
Los cargos por violación y secuestro podría suponer penas de hasta 15 años de cárcel Josef Fritz logró adoptar los tres niños nacidos del incesto en los años 90, haciendo creer a las autoridades y a su propia mujer, que Elisabeth los había abandonado en la puerta de la casa.
Noticia del día
Buscan aclarar el misterio del “monstruo de Austria”
El juez mantuvo ayer bajo custodia al 'monstruo de Austria' en espera de que se aclaren los detalles del aterrador caso de este septuagenario, que confesó haber secuestrado a su hija durante 24 años y haberle engendrado siete hijos.
Josef Fritzl, de 73 años, había sido trasladado el lunes desde Amstetten, donde había sido retenido por la Policía para ser interrogado, a un tribunal cerca de la vecina localidad de St Poelten, explicaron fuentes judiciales.
Tras su comparecencia ante el magistrado, Fritzl pasó a detención provisional por un periodo inicial de dos semanas prorrogable según las necesidades de la investigación, indicó la Fiscalía.
Los resultados de las pruebas de ADN solicitadas el domingo confirmaron ayer que Fritzl es el padre de los seis hijos.
'Las pruebas de ADN aportaron la prueba decisiva de que los seis hijos que Elisabeth dio a luz son del mismo padre', dijo el jefe de la policía regional, Franz Polzer, en rueda de prensa. 'Estamos hablando de Josef Fritzl', aseguró.
Interrogantes
Paralelamente, la Policía continuó ayer registrando minuciosamente el sótano donde se produjo el drama, en busca de respuestas a varias incógnitas todavía por resolver.
Los austríacos se preguntan cómo Josef Fritzl alimentó a Elisabeth y a sus tres hijos también cautivos, cómo nacieron y fueron cuidados los niños en un sótano sin ventanas o cómo fue posible que la esposa del detenido, Rosemarie, no estuviera al corriente de lo que pasaba en su propia casa.
Los otros tres hijos habían sido adoptados por Josef Fritzl y vivían con éste y su esposa.
Rosemarie, la esposa de Josef, nunca sospechó nada de la doble vida de su marido. Le creyó en 1984, cuando le contó que Elisabeth había caído en las redes de una secta y, posteriormente, cuando le explicó que los tres hijos habían sido abandonados por su madre en la entrada de su domicilio.
Polzer confirmó que nada indica hasta el momento que la esposa fuera cómplice de los hechos.
Las autoridades revelaron ayer a los medios de
comunicación los exámenes de ADN de los Fritzl.
Elisabeth y cinco de sus hijos están alojados en una clínica psiquiátrica donde serán tratados probablemente durante 'varias semanas', según Heinz Lenze, responsable de los servicios sociales de Amstetten.
'Están juntos y, habida cuenta de las circunstancias, están bastante bien', explicó.
Kerstin, de 19 años, que vivía junto a su madre y dos de sus hermanos en el sótano, se encuentra ingresada desde el 19 de abril, aquejada de una enfermedad congénita producto del incesto. Su hospitalización fue lo que permitió a las autoridades destapar el drama.
Viaje a Tailandia
Diversos medios sensacionalistas de Austria publicaron ayer varias fotos de Josef Fritzl disfrutando de unas vacaciones de dos semanas en una playa de Tailandia en 1998 junto a un amigo suyo.
Este viaje ha despertado la inquietud de los medios y las autoridades de conocer cómo Elisabeth y sus hijos no buscaron la manera de escapar del sótano o por qué Rosemarie nunca se acercó al supuesto 'taller' de su esposo para conocer qué hacía su cónyuge durante varios años en este lugar.
Por otro lado, una ex compañera de trabajo de Fritzl aseguró que él siempre fue una persona del buen vestir, con ropa fina y zapatos relucientes; además le gustaba coquetear con las mujeres, ya que se considera un tipo apuesto.
Además
Preocupación
Testigos aseguran que al septuagenario 'le encantaba ir de vacaciones a Tailandia'. 'Usted ya sabe a qué me refiero', manifestó una vecina, en referencia al posible abuso sexual de menores en ese país asiático.
Medios
'Nadie sospechó nada y las confesiones dejan muchas preguntas sin respuesta', según el rotativo Salzburger Nachrichten, que apuntó a la indiferencia de los austriacos al caso.
Esta fotografía de Josef en Tailandia fue publicada por varios periódicos europeos.
París. Lydia Gouardo, de 45 años, conoció una situación semejante a la de la austríaca Elisabeth Fritzl, al haber sido violada, secuestrada y maltratada por su padre entre 1971 y 1999, del cual tuvo seis hijos. Gouardo no estuvo encerrada como Fritzl; su padre, Raymond, consiguió mantenerla siempre junto a él, desde su infancia hasta los 36 años, aterrorizándola gracias a la negligencia de la justicia y de los servicios sociales. Raymond Gouardo, que no era el padre biológico de Lydia, pero que la había reconocido como hija, murió en 1999. Su compañera Lucienne Ulpat, de 68 años, fue condenada por la justicia a cuatro años de prisión condicional, por 'no impedir un crimen' y por 'agresión sexual' de uno de los hijos de Lydia. El drama de Lydia comenzó en 1971, cuando tenía ocho años. Cada vez que ella 'hacía una tontería' el padre la quemaba con ácido clorhídrico, por lo que hoy tiene cicatrices en los brazos, la espalda y el vientre.