Actor de "La Pasión de Cristo" casi muere por interpretar a Jesús
El actor Jim Caviezel confesó que encarnar a Jesús en "La Pasión de Cristo" lo llevó al borde la muerte.
- 15 de abril de 2025 a las 15:17 -

El actor sufrió serias complicaciones de salud y llegó a ser operado a corazón abierto, asegura que notó «una gran presencia» en el rodaje de la película dirigida por Mel Gibson.

En 2004, la carrera de Jim Caviezel alcanzó su mayor punto de popularidad al encarnar a Jesucristo en el filme La Pasión de Cristo, dirigido por Mel Gibson.

Sin embargo, el rodaje dejó profundas cicatrices, físicas y emocionales, en Jim Caviezel, mientras su participación en la cinta marcaba un antes y un después en su vida y su carrera.

Jim Caviezel tenía precisamente 33 años cuando Mel Gibson le ofreció protagonizar La Pasión de Cristo. Este detalle lo interpretó como una señal para aceptar el rol.

El rodaje resultó una experiencia que le llevó al límite, con un nivel de realismo que trascendía la pantalla y afectaba directamente a su cuerpo. «El sufrimiento fue real», confesó el actor, refiriéndose a los numerosos accidentes que sufrió durante la filmación.

Uno de los episodios más impactantes ocurrió cuando fue alcanzado por un rayo mientras grababa la escena del Sermón de la Montaña. «Sí, fui iluminado como un árbol de Navidad. Lo supe cuatro segundos antes. Dije: 'me va a impactar'. Y cuando sucedió, vi a uno de los extras caer frente a mí. Lo que vieron fue fuego saliendo por los lados de mi cabeza y un resplandor alrededor de todo mi cuerpo», relató Caviezel.

Jim Caviezel fue azotado realmente de forma accidental en dos ocasiones durante las escenas de la crucifixión, lo que le causó una gran cicatriz en la espalda, y sufrió la dislocación de su hombro cuando la cruz se desplomó sobre él.

Además, sufrió hipotermia y una neumonía por las prolongadas horas de rodaje en condiciones de frío extremo. Esta serie de adversidades culminó en una grave infección pulmonar, que requirió que se sometiera a dos cirugías, incluida una a corazón abierto, que pusieron en peligro su vida.

Uno de los momentos más complejos fue la filmación de la crucifixión, que se extendió durante cinco semanas. Jim Caviezel debía soportar largas sesiones de maquillaje que comenzaban a las dos de la madrugada y duraban hasta ocho horas. El maquillaje no solo debía mantenerse impecable durante las escenas, sino que en algunas ocasiones se hacía necesario dormir con él puesto para ahorrar tiempo.

Más allá de las dificultades físicas, el intérprete experimentó una transformación espiritual. En varias entrevistas ha recordado una «gran presencia» que sentía durante algunas escenas clave, lo que le llevó a orar profundamente.