París vibró y se vistió de sofisticación sin límites durante la esperada semana de la moda de alta costura Primavera Verano 2011.
Maestros de maestros exhibieron las conceptualizaciones de buen gusto coronando el brillo, los tejidos suaves y delicados, el color en propuestas sutiles y el artesanal talento de los bordados en cada una de las piezas que engalanan en el trono imperial de la moda en la capital francesa.
El vestido es el rey absoluto de la pasarela. Maestros como Elie Saab, George Chakra y Georges Hobeika lo rediseñan con mucho brillo, femineidad y el destello para una verdadera diva.
Giorgio Armani sigue fiel a su estilo clásico con aires metalizados, Karl Lagerfeld para Chanel se inspira en la suavidad primaveral y destaca el tono rosa y los plises en su propuesta. Jhon Galliano para Christian Dior se inspiró en la época de los años cuarentas y cincuentas y Valentino, la casa fiel a la elegancia suprema y de la mano de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, han apostado por tejidos suaves y vaporosos. Es su apuesta los tan aclamados colores “nude”, aunque también el clásico rojo Valentino. Vivir en Rosa le muestra una edición de colección y diseño de lo mejor de la alta costura parisina.
Elie Saab
Diseños creados para deslumbrar en la alfombra roja con filigranas de cristales, strass, encajes bordados y pétalos de organza. Esta colección se basa en el color nude, pasando también por el lila, verde seco, blanco y negro. Las creaciones de este cotizado libanés no son para cualquier mujer. Llevan el sello del vestir en una auténtica diva, envolviendo con suntuosa magestuosidad de alta costura, la espigada estampa de quien lo porte. Vestidos largos, femeninos y románticos, cuidados y con numerosos detalles. Elie Saab es, gracias a colecciones como ésta, sinónimo de elegancia y acierto. No busca sorprender, pero sí gustar, algo igual de lícito en el mundo de la moda y, más aún, de la alta costura.
George Chakra
Diseños de telas opulentes, cortes impecables, colores bellísimos, y diseños femeninos a más no poder. Son piezas exquisitas, muy usables. Los bordados también se destacaron, recurriendo a lentejuelas, cristales, plumas y strass. La paleta de colores fue variada pero delicada, desde deliciosos rosas, utilizando también verdes, naranjas, azul marino, morado, claro, blanco y negro. Las telas, todas lujosas: gasas, tules, organzas, sedas, encajes, y satenes.
Christian Dior
El gran Jhon Galliano colección colorida, plagada de trajes de dos piezas que marcaban la cintura de la mujer gracias a la famosísima silueta “A”, seguida de increíbles vestidos escote palabra de honor o con escote corazón, en rosa palo o azul celeste pensados, por supuesto, para ser lucidos en una gala sin precedentes. Volúmenes, vestidos lujosos, el rojo pasión como uno de los colores estrellas, tocados e inspiración en los años 50. Es Galliano, un auténtico fuera de serie. La propuesta tiene detalles de elegancia, como terminaciones en plumas y pedrería. También, que la cintura cobra protagonismo al adquirir volumen los hombros y las faldas, en especial aquellas que recuerdan a los trajes de las bailarinas con miles de capas de tul. La paleta tiene notas en color bordó y la gama de los vinos y ha recurrido magistralmente a los pasteles. La organza, la seda, y el tul, son los tejidos que dan forma a estas preciosas creaciones.
Giorgio Armani
Una vez más este diseñador intentó que los invitados a su pasarela viajaran a la luna y disfrutaran del viaje, lo que pasa que ese viaje ya lo habían hecho en pasadas ediciones, por lo que no ofreció nada nuevo en su show. Atuendos con toque futurista, en colores como grises metalizados que recuerdan a los trajes de astronautas de las series galáctica o V, los visitantes. Su propuesta Armani Privé propone los “pailettes” al cuerpo, los modelos se destacan por sus formas netamente geométricas, las telas con brillo, los volúmenes, las aplicaciones de pedrería que rememora las piezas metálicas de las maquinarias modernas.
Alexis Mabille
Es un precioso desfile presentado en el Musée Bourdelle. La colección es muy clásica y elegante, algo que ya es habitual en el diseñador. Se han mezclado así el minimalismo con elementos barrocos como el brocado, creando exquisitos conjuntos. Otro detalle que se repitió fueron los lazos, rematando escotes, mangas y hombros. La impecable sastrería de las prendas fue otra de las marcas distintivas de la colección, lo que se apreció en chaquetas, faldas y vestidos de impecable caída.
La paleta de colores incluyó mucho blanco y negro, con detalles de colores como el rosa coral, el azul, algunos toques de rojo y verde.
Mabille basicamente se inspiró en la delicadeza y pureza de una inmaculada mujer que se viste con reminiscencias griegas con sobrias columnas y capas de transparencia.
Jean Paul Gaultier
Estos desfiles siempre son un espectáculo. Esta vez la sorpresa viene con tintes ochenteros, faldas “lady” y peinados como crestas “punkies”. El negro es el color por excelencia de la línea de moda de Gaultier, aunque el rojo también tiene su hueco en los diseños de alta costura del francés. Importante es la evocación a los años 20, al París canalla, al Moulin Rouge y por supuesto, al francés Cancan. La mezcla está llena de glamour que viaja hasta los años 80. Es tan ecléctica la colección, que es difícil de definir, desde tejidos nuevos y contemporáneos a caídas de vestidos de inspiración retro. Los colores son muy variados, desde tonos pastel hasta piezas monocromáticas todas en negro.
Es una propuesta difícil de encasillar, difícil de definir y una auténtica maravilla para ver, sentir y usar. Utilizar estas ideas puede ser complicado, porque sinceramente, hay que ser muy bueno para poder combinar todo esto y quede bien.
Georges Hobeika
Es una muestra bellísima de vestidos que al ser usados convierten en ninfa a quien tenga la suerte de llevarlo. Gracias al talentosísimo diseñador libanés ex pupilo de la casa Chanel, hoy las mujeres cuentan con una propuesta que acentúa las formas femeninas. Todas sus creaciones exudan feminidad y sensualidad, permitiéndoles a ellas expresar su belleza natural y gracia. Mezcla columnas de volumen sutil, con pequeñas alforzas en forma de caracoles, escotes palabra de honor decorados con sutiles fruncidos, trensillas o hasta redes de suave seda y shifón. Su abanico de colores muestra los tonos lila, el humo, los grises mate, los amarillo antiguo y marfiles satinados y el inmaculado blanco que reina con prepotente audacia en casi la mayoría de las piezas. Hobeika también le apuesta a los drapeados, los volantes acabados y algunos escotes de pronunciado corte. El distintivo de esta colección son las capas de transparencia con cascadas de nudos que caen con aplomo sobre el entalle femenino, decorando el andar femenino.
Channel Karl Lagerfeld
propone vestidos bordados, con caídas de gasa muy frescas, suaves y delicadas. También conjuntos más salvajes como chaquetas entalladas sobre leggings de lentejuelas. Un look muy provocativo. La firma Chanel no dejó atrás el look de niña inocente que queda tan bien en los eventos especiales. El káiser Lagerfeld tuvo una nota de inspiración en la antigua artista Marie Laurencin, en cuanto a su modestia y su provocativo. Así, Karl diseñó varios trajes en colores como rosa y en formas como cintura y falda suaves. En cuanto a colores, el diseñador apuntó a colores suaves y tranquilos, dejando atrás colores fuertes y vibrantes. Los pantalones también tienen un hueco en la alta costura.
Stephane Rolland
En su colección de alta costura primavera-verano 2011 demostró que en tiempo de crisis la alta costura está más viva que nunca. Trajes blancos, cascadas de drapeados, enormes cuellos, texturas corrugadas y gigantes broches y adornos en pedrería dan paso a una exquisita muestra donde este diseñador francés evoca a una mujer de impacto. Muestra algunos amarillos, nude, blancos, café tabaco, naranja calabaza y hasta los cobrizos reinan pero sin quitarle el protagonismo total al imperioso color negro, que evoca glam.
Valentino
Los vestidos tienen un estilo teenager y a su vez elegante. La pasarela llegó a ser una de las más imponentes que se han visto en la capital francesa y en donde se comprobó además que la costura de la firma ha madurado, tanto en el aspecto simbólico y literal. La muestra utiliza tejidos levísimos como el encaje y organza. Los atuendos realizados con tiras de encaje en las vainicas que recorren las mangas de los vestidos y las golas con mariposas hechas de organza, tienen un estilo fascinante.
El plisado es sensacional y revolucionario. Provoca un juego de veladuras en la organza y el shifón. Aunque el propio Valentino ya no está a la cabeza tiene dignos sucesores con Pier Paolo Piccioli y María Grazia Chiuri, han tenido mucho mimo en los detalles y han sabido seguir manteniendo alto el estandarte del “rojo Valentino” con mayúsculas. El elemento común de la primavera de Valentino son los tonos pastel y empolvados. Los vestidos largos son espectaculares y los cortos también. Tejidos de gran calidad y el color “nude” al poder. También deja sitio a los reflejos dorados y plateados en algunos vestidos.