Cada vez que Bárbara Falk pasa frente a un afiche de la película “El Código Da Vinci,” la elegante profesora de 50 años que ha sido un miembro célibe del Opus Dei durante 26 años, quiere abordar a la gente para decirle: “Soy normal”.
La organización católica es representada en el éxito de ventas de Dan Brown, “El Código Da Vinci,” como un culto secreto dispuesto al asesinato para defender un encubrimiento de 2 mil años de la iglesia.
El rostro del Opus Dei en la novela es Silas, un monje albino con hábitos masoquistas.
“Nosotros somos muy normales”, afirma Falk, mientras bebe un vaso de vino durante una recepción en Nueva York para celebrar la publicación de una nueva edición del libro de reflexiones del fundador del Opus Dei, José María Escrivá de Balaguer: “Camino”, que coincide con el estreno de la película.
“Ésa es la razón por la que es difícil que confíen mientras estamos en primer plano y con todas estas cosas locas que dijeron sobre uno”, dice Falk, una “numeraria” del Opus Dei que a la edad de 24 años decidió llevar una vida de celibato en servicio de Dios.
El Opus Dei es una organización católica conservadora fundada en 1928 en España por Escrivá de Balaguer para enseñar a los católicos a alcanzar la santidad mediante el trabajo.
Posee 85 mil miembros alrededor del mundo.
