Osmel Sousa quiere mantenerse hermético. Ha dicho que no quiere hablar acerca de lo que ocurrió con Miss Venezuela, Marelisa Gibson, en el certamen de Miss Universo 2010.
“Ya ese cuento es historia. ¿Para qué van a seguir con lo mismo? Olvídense ya del Miss Universo”, insiste el presidente de la organización Miss Venezuela.
Pero desde que Marelisa Gibson fue descartada del cuadro de quince semifinalistas que competían por el cetro universal, que durante dos años consecutivos ganó Venezuela, su teléfono no para de sonar.
Así que, de pronto, queriéndolo o no, deja escapar una que otra información acerca del certamen.
“Sobre eso no quiero hablar ni puedo hacerlo.
Lo que pasó sólo lo sé yo y eso se quedará para siempre en el fondo de mi corazón, para evitar problemas”, asegura Sousa.
¿Dónde está Marelisa?
Se quedó en Estados Unidos. Vino un día a recoger algunas cosas y se fue a San Francisco.
Algunos insisten en que fue descalificada para castigar el triunfalismo de los fans...
No, para nada.
¿Y entonces? ¿Fue culpa del vestido azul?
Menos todavía. No entró por otras cosas, pero la ropa que llevaba era bella. Cuando la niña no gana dicen que la ropa es fea, pero cuando gana no dicen nada. La ropa que llevó era de primera calidad, bellísima.
¿Entonces no ganó por la respuesta que dio al jurado cuando le preguntaron acerca de lo difícil que la tenía Venezuela por haber ganado dos coronas consecutivas?
No, al contrario, estuvo muy bien. Pero mejor hablemos de Miss Mundo o Miss Venezuela, lo otro ya es historia.
Ese resultado, ¿qué reto le exige en la elección de Miss Venezuela 2010?
Será la elección más fuerte de todas porque tiene que salir una candidata muy buena que pueda quedar muy bien allá en Miss Universo.
