La casa real sueca continúa avanzando con los preparativos de la unión de la princesa Victoria y Daniel Westling y ya ha enviado las invitaciones para la boda, que se celebrará el 19 de junio en Estocolmo.
Los afortunados invitados deben contestar si acudirán o no a la ceremonia a más tarde el próximo viernes 30 de abril.
La ceremonia nupcial será, según desvela la invitación, a las 3:30 de la tarde y los invitados deberán estar sentados en los bancos de la Storkyrkan, o la iglesia grande, no más tarde de las tres horas. También se indica en la invitación que las señoras deberán ir con vestido de noche y los hombres con traje de “civil” o bien uniforme militar de gala.
La invitación se ha enviado por correo ordinario y lleva dos sellos de correos, uno con la imagen del rey Carlos Gustavo y el otro con la de la reina Silvia.
Preparativos
Las celebraciones nupciales empezarán el jueves 17 de junio con una cena privada en el palacio de Drottningholm; en la víspera a la boda tendrá lugar una recepción del gobierno en el ayuntamiento de Estocolmo y por la noche un recital en la sala de conciertos de la capital sueca con la presencia de los invitados reales. Por último, el día más esperado, el del enlace.
La Storkyrkan, o iglesia de San Nicolás, donde se celebrará el acto y el mismo lugar en el que los reyes Carlos Gustavo y Silvia, padres de la novia, se casaron el 19 de junio de 1976, ya está casi lista.
Se ha lustrado la plata, cambiado los murales y bancos y se ha lijado el suelo de madera con un presupuesto de 1.5 millones de euros. El presupuesto para el enlace real supera los 12 millones de euros.
Ahora, la futura reina sueca se enfrenta, como todas las novias reales, a dos elecciones tan personales y secretas: su vestido de novia y su corona.
Uno de los secretos mejor guardados de este enlace es el nombre del diseñador que vestirá a Victoria. Ella y su estilista, Tina Torqvist, ya han elegido traje y, tras un viaje a París, todo apunta a que será una firma francesa la encargada del traje de novia. Dior hizo el ajuar de su madre, la reina Silvia de Suecia.
Sobre la corona a usar con el ajuar, se guardan en la cámara del tesoro del palacio real de Estocolmo una docena de tiaras soberanas, entre otras joyas, que la princesa Victoria ha tenido bien reservadas para estrenarlas haciendo historia.
La celebración de sus nupcias con Daniel Westling marca un nuevo antes y después en el uso de los cofres. La princesa Victoria abrirá por fin algunos de los secretos reales hasta ahora prohibidos. Ella será la única reina en la Europa del siglo XXI.
Sensación
Las tiendas suecas ya han llenado sus escaparates con objetos conmemorativos de la boda real. Entre la mercadería se pueden encontrar platos, tazas, anillos, llaveros y abrebotellas.
Con la venta de estos artículos y otras acciones se espera obtener unos beneficios de 25 millones de euros.
Entre los productos conmemorativos de la boda de Victoria hay hasta bombones, para endulzar este gran día. También portavasos, bandejitas grabadas con la foto de la princesa y Daniel Westling ya están por todas las tiendas de Suecia.
Incluso para turistas, coleccionistas y nostálgicos hay postales con la foto de la heredera y su futuro marido.