Fue un estudiante normal. Aprendió de español, estudios sociales, ciencias naturales y matemáticas, y nunca recibió una clase en la que motivaran su creatividad.
Tras graduarse se dedicó a trabajar en áreas relacionadas con su formación educativa, como cualquier hondureño normal.
Pero ¿qué hace diferente a Daniel Edgardo Rivera? Pues que, a pesar de que en su formación educativa nunca fue motivado para incentivar su creatividad, hoy en día es el hondureño con el mayor número de patentes y diseños de utilidad debidamente registradas ante la Dirección General de Propiedad Intelectual (Digepih).
Los inventos registrados hasta ahora son la tenaza multifuncional, la llave para lavatrastos chorro de cortina, la ecopalangana de usos múltiples, el asa de presión, coche de transporte para mascotas en motocicletas, pesas hidratantes, almohada terapéutica, retrete portátil para adulto, pinzas de corte, válvula vertical check, clips de presión para botellas de refrescos y líquidos, soporte para botellas de todos tamaños.
“Estos son todos los que he presentado hasta ahora, con la esperanza de presentar más en los próximos años”, dijo Rivera a D&N.
¿Cómo surge su primer invento?
Todo tuvo su origen un fin de semana en el cual miraba en un canal de la televisión internacional un programa sobre los 100 inventos que cambiaron el mundo. Uno de esos inventos era la popular navaja suiza, una herramienta de diversas funciones, que incluye un cuchillo y otros utensilios más, como destornilladores, tijera, lima y abrebotellas.
“Cuando yo lo vi me dije: cómo es posible que una navaja así haya aportado para cambiar el mundo. Ok, yo voy a hacer algo mejor que eso, y ahí fue que me puse a trabajar en un proyecto que concluyó en una tenaza multifuncional, a la que, de un lado le puse un martillo, más un saca uña, una cuchilla lisa y una de sierra y un destapador.
En el otro lado le hice una cavidad rectangular con especificaciones para adaptar en ella las llaves abiertas más usadas en mecánica (la llave 10, 11, 12, 13 y 14) o desarmadores planos. Incluso le incluí una regla de cuatro pulgadas”.
Comentó que el proceso lo hizo casi con las uñas, a mano, pero que el resultado fue extraordinario.
![]() Perito mercantil egresado del instituto Jesús Milla Selva de la colonia Kennedy de Tegucigalpa. Sus estudios primarios los cursó en la escuela Ramón Rosa del mismo sector. Trabaja como administrador de una pyme.
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“Es un producto que cubre una necesidad emergente, no es que con esta tenaza multifuncional vamos a hacer una casa o construir un edificio; sin embargo, básicamente vamos a poder cubrir las necesidades más básicas, y por eso decidí patentarlo”.
La Dirección General de Propiedad Intelectual (Digepih) inscribió el invento como un modelo de utilidad, ya que se trataba de la modificación de un producto que ya había sido inventado con anterioridad.
La ecopalangana es para Rivera uno de sus inventos más importantes, por estar encaminado al uso racional del agua. Dice que las modificaciones realizadas a las pailas normales garantizan un 50% de utilidad en el uso del agua, lo que representaría importantes ahorros económicos.
Aspira a que algún día un Gobierno se interese en su pieza y se la entreguen a la gente para que la población ahorre el agua. El coche de transporte para llevar mascotas en motocicletas es otro modelo de utilidad que ha sido inscrito por él. Se trata de un compartimiento que se adapta al armazón de la motocicleta.
El modelo es altamente seguro, no interfiere en la conducción de la moto.
¿Para qué patenta?
Por una satisfacción propia, pues en Honduras es muy difícil comercializar estos inventos si no se cuenta con el apoyo económico. Y dice que él está claro en que no va a vivir de sus patentes, pero está altamente orgulloso de ellas. “Y digo yo, si por esto no me sale nada, no importa.
Tengo la alegría de ser el hondureño que más patentes tiene, simple”, pues “desde que en el Registro de la Propiedad Intelectual patentan un diseño es porque es bueno, no le van a patentar algo que no sirva”.
Y agrega: “Yo sé que no voy a vivir de esto”, pero eso tampoco “me desanima porque a mí lo que me interesa es ser feliz y estar bien, que mis amigos me respeten por lo que soy, no por el dinero que tenga”.
La importancia de una patente fue expuesta por Camilo Bendeck, director de la Digepih, quien recordó el caso de un electricista que mejoró unos aparatos de calibración eléctrica.
Llevó su idea a México, donde no tenía registrada la misma, y la presentó a una transnacional que se la robó.
Pero también hay casos de éxito. Uno de ellos el de un ingeniero del Sanaa que creó un sistema regulador de válvulas que contenía el flujo de líquidos.
“Él hizo una mejora de esa válvula y la Nasa se la compró”, dijo Bendeck.
En el caso de Rivera, sus inventos no han sido comercializados, aunque espera que en el futuro cercano los mismos puedan ser masificados.
La Digepih le dará un reconocimiento en la celebración del Día Mundial de la Propiedad Intelectual el próximo mes de abril.