La Asociación Internacional de Fomento, AIF, el fondo del Banco Mundial para los países más pobres, logró el acuerdo final para conformar un paquete de financiamiento de 49,300 millones de dólares.
El financiamiento para la decimosexta reposición de recursos de la AIF ha aumentado un 18% con respecto a la ronda anterior, celebrada tres años atrás, y es la concreción de las promesas de los donantes tradicionales, sumado al financiamiento de las instituciones que integran el Grupo del Banco Mundial y los prestatarios actuales y pasados de la AIF.
“Las promesas de financiamiento muestran el apoyo de una extraordinaria coalición mundial de donantes y prestatarios que se han unido para garantizar que, aún en estos tiempos económicos difíciles, ofrezcamos esperanzas y oportunidades a las personas pobres del mundo”, afirmó el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick. “Este fuerte respaldo es prueba del incansable énfasis de la AIF en los resultados que generan mejoras concretas para los pobres”.
Donaciones
El nuevo acuerdo se traduce en cuantiosas promesas de donación -tanto de donantes tradicionales como nuevos-, contribuciones realizadas a través de pagos anticipados por los países que solían solicitar préstamos sin interés a la AIF, y contribuciones de los ingresos netos del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional, IFC.
“Con esta sólida reposición de recursos de la AIF podríamos contribuir a administrar vacunas a 200 millones más de niños, extender los servicios de salud a más de 30 millones de personas, dar acceso a fuentes de abastecimiento de agua más adecuadas a 80 millones más de personas, ayudar a construir 80,000 kilómetros de caminos y vías férreas e impartir capacitación y contratar a más de 2 millones de maestros”, afirmó Zoellick. El acuerdo marca la última oportunidad para que los donantes y los países pobres hagan uso de los fondos de la AIF en forma eficaz, a efectos de lograr mayores avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo cual incluye la meta internacionalmente acordada de reducir la pobreza a la mitad para el año 2015.