El reloj se detuvo a los 69 minutos y 22 segundos. La voz de la estadio rebotó en cada rincón de Old Trafford y los hinchas se pusieron de pie para venerar al ídolo. Ryan Giggs, en su doble función de entrenador y jugador, decidió que era el momento para ingresar al campo de juego y disputar sus últimos minutos en casa.
Una especie de retiro anticipado a una fecha del final de la Premier League. Y fue a pura orquesta, con un triunfo 3 a 1 de Manchester United ante Hull City del hondureño Maynor Figueroa y una asistencia en el último tanto, con un pase exquisito para Robin Van Persie.
Integrante de la Clase 92, el youth-team del United que arrasó con Liga, Copa de Lancashire y la FA Cup en dicha temporada, compartió una excelente cosecha de futbolistas con promesas de la talla de Gary Neville, David Beckham, Paul Scholes, Phil Neville y Nicky Butt.
'No vas a ganar nada con esos críos', le dijeron a Alex Ferguson, quien había llegado a Manchester en 1986. La apuesta por los 'Fergie Babes' fue el puntapié inicial para uno de los ciclos más gloriosos de la historia del fútbol inglés.
Nacido en Cardiff, Gales, el 29 de noviembre de 1973, Ryan Joseph Giggs Wilson debutó el 2 de marzo de 1991, ante Everton. El resto de su carrera son números y más números que agigantan su figura: multicampeón, único jugador que ganó las Copas de La Liga que están en las vitrinas del United, fútbolista con más partidos con la camiseta roja, responsable del gol más rápido de la historia del club y, por sobre todas las cosas, una leyenda viviente.
Con 40 años, sabía que estaba ante el final de una historia dorada, justo en la temporada en la que ya sin Alex Ferguson, el equipo se vio inmerso en una crisis futbolística al mando de David Moyes.
Reconocido con la Excelentísima Orden del Imperio Británico (OBE), honor que comparte con David Beckham, de joven fue tentado para jugar con la selección inglesa, pero desistió.
Hijo de un jugador de rugby, llegó a Manchester de niño y no se fue más. Eso sí, al no vestir la camiseta de Inglaterra, siempre tendrá la cuenta pendiente de jugar un Mundial, algo que jamás pudo hacer con 'Los Dragones', una selección que sólo cuenta con una participación: Suecia 1958.
Fanático del cuidado corporal tras una serie de lesiones musculares a los 27 años, su 'eternidad' en el fútbol tuvo mucho que ver con la práctica del yoga . De una infancia traumática, lejos de sus abuelos, que vivían en Cardiff, y con choques con varios compañeros de colegio que lo atacaban por ser mestizo, ya que su abuelo paterno es de Sierra Leona, Giggs recién encontró el equilibrio y el respeto de sus pares con el pasar de los años.
Primero lo hizo con la '11' en la espalda y en los últimos partidos ya en la doble función de entrenador y jugador. Por eso, decidió que a los 69 minutos del partido ante Hull City, por la fecha 37 de la Premier League, era el momento de 'ponerse' a jugar y decir adiós ante su gente.
Mostró un par de buenas corridas por el lateral izquierdo, dio una asistencia al holandés Robin Van Persie, quien selló el 3-1, y cerró su participación con un gran remate de tiro libre que el arquero del Hull mandó al córner.
Después, fue la hora de tomar el micrófono y anunciar el retiro tan esperado. Dijo que seguirá cerca del club, que siempre dará una mano y dejó un mensaje para las futuras generaciones: 'No podemos ganar siempre, pero haremos lo posible para ser ganadores'.