¡Qué noche la de Adán Ramírez! Una faena así no se olvida fácilmente, más cuando tiene sabor a triunfo.
El Tiburón resurgió con furia y desplumó a las águilas en una novela inédita en lo que va del torneo Clausura, en el estadio Excélsior: 4-3, un resultado tan inesperado como justo para el Platense, que jugó como no lo hacía en mucho tiempo, con decoro y hambre de triunfo.
El Motagua pagó cara la osadía de su entrenador Jaime de la Pava, que paró una formación inusual con muchas caras nuevas, jóvenes que acaban de asomarse en la división de honor. Fue la tercera derrota en fila del Ciclón, lo que hace pensar en un posible remezón en el cuerpo técnico.
Fue la noche de Adán Ramírez, que se gastó un primer tiempo soñado, con una asistencia y dos goles de buena factura.
El Motagua sorprendió con gol de media distancia del juvenil Carlos Cruz a los 6 minutos y Bany Lozano empató 1-1 en lanzamiento penal que disparó en dos oportunidades.
Los capitalinos recobraron la ventaja con otro penal de firmado por Óscar Torlacoff, pero fue alegría de pobre porque un minuto después Adán Ramírez remontó el marcador con dos bonitos goles, para finalizar el primer episodio a favor de los escualos, 3-2.
Que siga la fiesta
La segunda parte fue igual que la primera, con fútbol abierto y ambicioso, aciertos y errores, como los que cometió el portero Sandro Cárcamo.
Pero Platense estaba en su noche y Misael Ruiz lo comprobó con zurdazo que batió por completo al “Gato” Canales a los 64 minutos.
Sobre la recta final y con la entrada de los primos George y Roy Welcome, el Motagua presionó con más insistencia y no tardó en acortar diferencias con gol oportuno de Roy Welcome, tocando por bajo un servicio de George.
El mismo Roy casi consigue el empate, pero Osmán Chávez estuvo atento y evitó la caída de su pórtico.
