Cuentos y Leyendas

El desconocido cambió la llanta, aseguró bien los tornillos; ella sonrió agradecida, metió la mano en su cartera y él contesto: “No, no señorita, guarde su dinero.

Personas mayores dicen que no hay que comprar ropa y mucho menos zapatos usados porque vienen con energía de sus antiguos dueños.

El aparecido era nada menos que Satanás, que anda extraviando a la humanidad porque le queda poco tiempo, así que mucho cuidado con los extraños.

Cuando el capitán Higinio gritó, la enorme nave casiestaba encima de ellos y, ante el asombro de los aterrorizados marinos, el barco desapareció

Hay muchas historias sobre las iglesias de Comayagua, la ciudad de Centroamérica donde los españoles levantaron muchas iglesias que hasta nuestros días.