Ciudad de México.
Vicente Fernández está emocionado, también nervioso, pero firme con la idea de decir adiós.
No ha sido fácil. En varias ocasiones ha confesado que extraña el aplauso del público y que con sus muestras de cariño le alimentan ese corazón, que palpita fuerte a punto de entonar sus éxitos por última vez este sábado en el estadio Azteca en la capital mexicana.
La gente le sigue aplaudiendo, no quiere que se vaya, pero Chente, como todos lo llaman de cariño, muy en el fondo sigue pensando en ello; sin embargo, es un hombre de palabra y también sabe que debe descansar al lado de su familia. Confiesa que está listo para ofrecer su último concierto frente a quienes lo han apoyado por más de 50 años de carrera.
“Estoy muy contento, pues podré regalarle a mi público, familia y amigos un concierto que estoy preparando con todo el corazón, con todo mi cariño. Va a ser una noche muy especial para mí”, comparte.
Desde el domingo 10 de abril, el Azteca ha tenido a cientos de trabajadores montando el gran escenario que enmarcará el Adiós de un grande, nombre del recital.
“He estado muy al pendiente de cada detalle; quiero que sea una noche que todos disfrutemos mucho”, asegura el Charro de Huentitán, quien desde hace un mes ha incrementado su actividad en las redes sociales, pues no se cansa de compartir con casi 6 millones de seguidores imágenes, testimonios, mensajes y videos.
¡Será inolvidable!
Como buen anfitrión, Vicente no quiso adelantar detalles de lo que ha preparado para su despedida, incluso hay cosas que ni siquiera él sabe, pues su oficina y su casa disquera Sony Music lo quieren sorprender.
“No les voy a revelar las sorpresas. Lo que sí les puedo decir es que la vamos a pasar muy, muy bien”, dice Chente. Sin dudarlo, cuenta qué es lo que más disfrutará de su último concierto: “El aplauso del público y su cariño; ese es mi mejor regalo y mi mejor recompensa”.
Vicente Fernández está emocionado, también nervioso, pero firme con la idea de decir adiós.
No ha sido fácil. En varias ocasiones ha confesado que extraña el aplauso del público y que con sus muestras de cariño le alimentan ese corazón, que palpita fuerte a punto de entonar sus éxitos por última vez este sábado en el estadio Azteca en la capital mexicana.
La gente le sigue aplaudiendo, no quiere que se vaya, pero Chente, como todos lo llaman de cariño, muy en el fondo sigue pensando en ello; sin embargo, es un hombre de palabra y también sabe que debe descansar al lado de su familia. Confiesa que está listo para ofrecer su último concierto frente a quienes lo han apoyado por más de 50 años de carrera.
El Mariachi NuevoTecalitlán, que desde marzo ensaya los temas de Chente, lo acompañará hoy en el estadio Azteca.
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Desde el domingo 10 de abril, el Azteca ha tenido a cientos de trabajadores montando el gran escenario que enmarcará el Adiós de un grande, nombre del recital.
“He estado muy al pendiente de cada detalle; quiero que sea una noche que todos disfrutemos mucho”, asegura el Charro de Huentitán, quien desde hace un mes ha incrementado su actividad en las redes sociales, pues no se cansa de compartir con casi 6 millones de seguidores imágenes, testimonios, mensajes y videos.
El montaje del escenario comenzó el domingo 10 de abril con 250 personas trabajando día y noche.
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Como buen anfitrión, Vicente no quiso adelantar detalles de lo que ha preparado para su despedida, incluso hay cosas que ni siquiera él sabe, pues su oficina y su casa disquera Sony Music lo quieren sorprender.
“No les voy a revelar las sorpresas. Lo que sí les puedo decir es que la vamos a pasar muy, muy bien”, dice Chente. Sin dudarlo, cuenta qué es lo que más disfrutará de su último concierto: “El aplauso del público y su cariño; ese es mi mejor regalo y mi mejor recompensa”.
Su esposa y sus hijos del cantante le acompañarán hoy. En su página web, el artista vende su libro titulado “Adiós a un grande”.
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