Estados Unidos.
Cinco años hace que murió Michael Jackson, un 25 de junio del 2009, pero aún continúa dando de qué hablar como si nada hubiera pasado, incluso se siguen editando discos con temas inéditos del artista, cuya vida privada es puesta en entredicho.
En mayo se publicó Xscape, el segundo álbum póstumo del “rey del pop” que actualmente ocupa el noveno puesto en la lista de ventas de Billboard.
En marzo salieron a la luz unas pruebas de ADN que aseguraban que Jackson era el padre de un joven llamado Brandon Howard. “Todo el mundo está detrás del dinero”, aseguró hace unas semanas en una entrevista radiofónica Quincy Jones, famoso productor musical y colaborador de Jackson, molesto por cómo se gestiona el legado del creador de Thriller. El propio Jones demandó en octubre a los responsables de Xscape precisamente por dejarle fuera del proyecto e impedir así que él también se beneficiara de las ventas del disco.
Ese caso ha sido uno de tantos que se han presentado en los tribunales relacionados con Michael Jackson en el último lustro. La lista de demandantes incluye a la madre de Jackson, Katherine; al padre, Joe; a Debbie Rowe, la madre biológica de sus hijos Prince Michael y Paris; a los gestores del patrimonio del artista y a la fiscalía angelina que llevó el juicio penal por la muerte del “rey del pop”, entre otros.
Se resiste a morir
Jackson falleció en Los Ángeles por una sobredosis de fármacos que le administró su médico personal, Conrad Murray, quien lo anestesiaba para ayudarle a combatir el insomnio. Murray, que siempre se consideró inocente, fue condenado por homicidio involuntario en 2011 y liberado en 2013. El repentino final del cantante, que tenía entonces 50 años, causó una conmoción mediática y resucitó la carrera de un artista que se estaba preparando para reaparecer sobre los escenarios tras años de ausencia.
Jackson quería hacerlo para que sus hijos, Prince Michael, Paris y Blanket, le vieran actuar. Aquella gira bautizada This Is It quedó truncada antes de empezar aunque los ensayos en el angelino Staples Center fueron suficientes para fabricar un disco y un documental póstumo que hicieron una fortuna.
Se estima que desde su adiós, el emporio de Michael Jackson ha generado varios cientos de millones de dólares, una cantidad que seguirá subiendo mientras el “rey del pop” continúe estando de moda y su imagen apareciendo en público, ya sea como un espectáculo del Circo del Sol o como holograma en los últimos premios Billboard en Las Vegas.
Sus hijos
Los niños, a los que Michael Jackson ocultara tras máscaras para proteger su identidad, han ido cobrando protagonismo con la ausencia de su padre, especialmente Paris. La joven tiene ahora 16 años y persigue una carrera como actriz que comenzará con el filme Lundon’s Bridge and the Three Keys previsto para 2015. Paris se intentó suicidar en junio de 2013 después de que, al parecer, le prohibieran ir a un concierto de Marilyn Manson. Su madre, Debbie Rowe, comentó entonces que la adolescente había sufrido mucho.
Paris pasó del discreto segundo plano y la sobreprotección paternal a la esfera pública en el funeral televisado del cantante, cuando tomó el micrófono arropada por los Jackson para afirmar que “papá ha sido el mejor padre que te puedas imaginar” antes de romper a llorar en brazos de Janet Jackson.
Molesta
Katherine Jackson, mencionó a varios medios que, de haber seguido con vida, el prodigio musical valdría ahora unos cuantos millones de dólares más en discos nuevos y giras de conciertos por todo el mundo.
Por eso consideraba más que justo que la promotora AEG Live pagase una cantidad descomunal de dinero por lucro cesante, acusados de provocar la muerte del rey del pop de forma indirecta tras contratar a Conrad Murray, el único y verdadero responsable de su fallecimiento hace hoy exactamente cinco años.
Probar esa teoría resulta ahora del todo imposible, aunque considerando la mala trayectoria financiera que había estado trazando Michael Jackson en los últimos años de su vida y su más que cuestionable estado de salud, resulta razonable pensar que esa teoría podría no haberse cumplido.
A nadie se le escapa que el responsable de temas universales como Thriller y Billie Jean falleció con una considerable pila de deudas y que la verdad, por muy dolorosa que resulte, es que su muertecontribuyó de forma decisiva a darle la vuelta a ese sombrío panorama.
Conrad Murray, condenado por homicidio imprudente tras la intoxicación por Propofol que acabó con la vida del rey del pop, se siente “arrepentido” por todo lo sucedido, pero insiste en que no fue él el responsable del fallecimiento del artista. Murray reconoce que llora por la muerte de Michael cada día y no pierde la esperanza de poder volver a hablar con los hijos de la estrella en el futuro.
Lo que es cierto es que el ídolo del pop ha logrado aumentar su fortuna considerablemente y aún hay pendientes más libros sobre su vida y un proyecto de una película en el tintero.