Los Ángeles, Estados Unidos.
Veinte años han pasado desde que Rose le prometió a Jack que no se rendiría jamás antes de perderlo en el océano helado, mientras en los cines las lágrimas caían sobre las palomitas.
Titanic cumple dos décadas desde que llegó a la gran pantalla y la celebración incluyó presentaciones en cines en todo Estados Unidos, donde los espectadores desvanecían con la historia de amor interpretada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, hoy actores de gran categoría y galardonados con un Premio Óscar.
“La historia del Titanic tiene una calidad que perdura en el tiempo”, comentó el director James Cameron a los fanáticos durante una proyección en Los Ángeles.
La mujer de alta sociedad interpretada por Winslet y el artista de clase baja que
encarnó DiCaprio son dos personajes ficticios en una dramatización del hundimiento en 1912 del barco más famoso de la historia tras chocar con un iceberg en su viaje inaugural por el Atlántico.
La película, distribuida por Paramount y Fox, entró en la historia del cine cuando recibió 11 premios Óscar, incluyendo mejor película y mejor director para Cameron.
Con una recaudación mundial de 2,200 millones de dólares fue la película más exitosa hasta que Avatar, también de Cameron (2009), cosechó 2,800 millones en taquilla.
Pese a su inusual extensión de 195 minutos, que por momentos se hacen interminables, recibió muy buenas críticas y el tema
My Heart Will Go On, de
Celine Dion, se convirtió en un éxito mundial.
Inversión
Titanic fue una producción de proporciones épicas: 200 millones de dólares, la más cara hasta entonces, con 1,000 extras y un equipo de más de 800 personas.
Cameron tenía un modelo a escala real del barco de lujo, construido en 16 hectáreas de un terreno en la costa de México comprado por Fox, luego de recibir los planos originales de la nave.
Las habitaciones las recrearon meticulosamente a partir de viejas fotografías, así como la lujosa escalera de la primera clase, con caoba y lámparas doradas, todo finalmente destruido en la escena del hundimiento.
Esta opulencia captó la atención, al punto que la revista Variety tenía una columna diaria sobre la producción, ridiculizando lo que se esperaba que sería el gran fracaso de Hollywood.
Cameron pegó una hoja de afeitar con cinta a la pantalla de su equipo de edición con una nota que decía: “Usar en caso de que la película apeste”. No solo no “apestó”, sino que rompió el molde: debutó en el mercado estadounidense, generando 28.6 millones de dólares y, aunque se esperaba que cayera entre 40% y 50% en la siguiente semana, como sucede con cualquier película de este tipo, se mantuvo a la cabeza de la taquilla por 15 semanas consecutivas.
Expertos atribuyeron estos resultados a que grupos de adolescentes volvían al cine varias veces, pero Cameron cree que a Titanic le fue tan bien porque la historia de amor atrajo a todas las generaciones.
Veinte años han pasado desde que Rose le prometió a Jack que no se rendiría jamás antes de perderlo en el océano helado, mientras en los cines las lágrimas caían sobre las palomitas.
Titanic cumple dos décadas desde que llegó a la gran pantalla y la celebración incluyó presentaciones en cines en todo Estados Unidos, donde los espectadores desvanecían con la historia de amor interpretada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, hoy actores de gran categoría y galardonados con un Premio Óscar.
“La historia del Titanic tiene una calidad que perdura en el tiempo”, comentó el director James Cameron a los fanáticos durante una proyección en Los Ángeles.
 Jack y Rose suben a un auto y se entregan con pasión.
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La película, distribuida por Paramount y Fox, entró en la historia del cine cuando recibió 11 premios Óscar, incluyendo mejor película y mejor director para Cameron.
Con una recaudación mundial de 2,200 millones de dólares fue la película más exitosa hasta que Avatar, también de Cameron (2009), cosechó 2,800 millones en taquilla.
 Jack Dawson grita “Soy el rey del mundo”.
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Inversión
Titanic fue una producción de proporciones épicas: 200 millones de dólares, la más cara hasta entonces, con 1,000 extras y un equipo de más de 800 personas.
Cameron tenía un modelo a escala real del barco de lujo, construido en 16 hectáreas de un terreno en la costa de México comprado por Fox, luego de recibir los planos originales de la nave.
 Una madre duerme a sus hijos antes del naufragio.
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Esta opulencia captó la atención, al punto que la revista Variety tenía una columna diaria sobre la producción, ridiculizando lo que se esperaba que sería el gran fracaso de Hollywood.
Cameron pegó una hoja de afeitar con cinta a la pantalla de su equipo de edición con una nota que decía: “Usar en caso de que la película apeste”. No solo no “apestó”, sino que rompió el molde: debutó en el mercado estadounidense, generando 28.6 millones de dólares y, aunque se esperaba que cayera entre 40% y 50% en la siguiente semana, como sucede con cualquier película de este tipo, se mantuvo a la cabeza de la taquilla por 15 semanas consecutivas.
Expertos atribuyeron estos resultados a que grupos de adolescentes volvían al cine varias veces, pero Cameron cree que a Titanic le fue tan bien porque la historia de amor atrajo a todas las generaciones.
 James Cameron dirige a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en una de las escenas finales.
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