Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aún no habían presentado hasta este martes una ley para financiar al Estado federal más allá del 11 de diciembre, buscando así una manera de oponerse al plan de regularización de indocumentados decretado por Barack Obama.
'No se ha tomada ninguna decisión', declaró el martes John Boehner, presidente republicano de la Cámara.
Los líderes de los partidos confían en que no habrá ninguna parálisis el 12 de diciembre, al contrario del 'shutdown' de octubre 2013. Pero persiste la incertidumbre sobre el tiempo durante el cual las administraciones federales seguirán siendo financiadas.
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Los demócratas, en el poder en el Senado hasta fines de año, esperan adoptar una ley de finanzas que cubra el ejercicio 2015, hasta el 30 de septiembre.
Sin embargo, varios conservadores prefieren una medida temporaria que vaya hasta principios de 2015, cuando los republicanos dominarán ambas cámaras del Congreso.
Al debate de los presupuestos se ha sumado la controversia por el plan de regularizaciones provisorias de inmigrantes anunciado por Barack Obama el 20 de noviembre.
Algunos republicanos quieren votar una ley de finanzas que restrinja la aplicación de estas medidas.
'Tenemos el poder de detenerlos cortando los fondos', advirtió al presidente Obama el representante Tim Huelskamp.
'Sería un error para el país', dijo por su parte el vicepresidente estadounidense Joe Biden, de paso por el Capitolio para una ceremonia.
En octubre 2013, durante una delicada batalla parlamentaria, las administraciones federales se vieron obligadas a mandar a sus casas a cientos de miles de funcionarios federales durante 16 días, hasta que se alcanzara un compromiso presupuestario.