Humberto Cruz Salas nació en Oaxaca, México, pero dejó su país de origen con tres años y nunca regresó. Tiene 21 años y vive en Estados Unidos de forma ilegal. Sin embargo, en septiembre, este residente de Colorado consiguió una licencia estatal de conducir.
A pesar del estancamiento de la reforma migratoria a nivel federal, un creciente número de estados está ampliando los derechos y ofreciendo más documentos a inmigrantes sin papeles.
'Estaba un poco sin palabras', dijo Cruz Salas sobre el día que recibió su preciada licencia, que expira en septiembre de 2017. Todos sus recuerdos son de Estados Unidos, donde paga impuestos y habla perfecto inglés. Pero el miedo a ser detenido y deportado nunca se aleja.
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Colorado (oeste) se convirtió en agosto en el décimo estado estadounidense en ofrecer licencias de conducir a inmigrantes ilegales con el fin de mejorar la seguridad en las carreteras.
Sobre la tarjeta, en letras mayúsculas, una advertencia: la licencia no se reconoce a nivel federal, pero permite a Cruz Salas conducir de manera legal, conseguir un seguro y evitar problemas con la policía.
Ahora, todas sus esperanzas están puestas en que Obama mantenga su promesa de sacar de las tinieblas a más inmigrantes sin documentos. 'Toda mi vida está aquí', enfatiza. 'Realmente tengo mucha esperanza en que un día se consiga', dice sobre la reforma migratoria. 'Esperemos que no llegue demasiado tarde, cuando no estemos aquí'.
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Pero en 2006, 2007 y 2013 no se aprobaron los ajustes legislativos, bloqueados por conservadores que se oponían a cualquier tipo de 'amnistía'.
Este atasco federal ha llevado a un número creciente de estados a actuar en un terreno donde técnicamente no tienen jurisdicción y con el fin de mejorar la integración de los inmigrantes indocumentados, especialmente de los jóvenes.
Avances migratorios
Actualmente, en Colorado, la policía no llama a las autoridades federales si arresta a un inmigrante sin documentos.
'En los últimos años, el miedo a ser deportado ha disminuido', dice la abogada Catherine Brown, que luchó para que se aprobara la nueva ley de licencias de Colorado. Aunque 'nunca se termina' la lucha, matiza.
Algunas áreas siguen estando fuera de su alcance, como las prestaciones sociales y la salud que, excepto en raros casos, excluyen explícitamente a los inmigrantes ilegales.
Otros estados y ciudades continúan abogando por tirar abajo las trabas migratorias, en particular Nueva York y California, cuyos gobiernos demócratas impulsan desde 2013 leyes pro inmigrantes para otorgar licencias profesionales, préstamos estudiantiles y contra la discriminación laboral.