Estados Unidos
Las mujeres que trabajan en turnos nocturnos rotativos podrían enfrentarse a un ligero aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca, sugiere un nuevo estudio.
'Observamos un modesto aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca, asociado con una duración más larga del trabajo en turnos nocturnos rotativos, que parece desaparecer después de que se deje de trabajar en turnos', comentó la investigadora líder, Celine Vetter, profesora de medicina del Hospital Brigham and Women’s, en Boston.
El aumento del riesgo fue de entre un 15 y un 18%, en comparación con las mujeres que no trabajaban en turnos nocturnos rotativos, encontró el estudio.
Pero mientras más tiempo pasaba tras dejar de trabajar en turnos nocturnos, más bajo era el riesgo de enfermedad cardiaca, dijo Vetter. Y esto 'da más respaldo a la hipótesis de que el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria asociado con el trabajo en turnos podría desaparecer con el tiempo cuando las mujeres dejaban de trabajar [en esos] turnos. Se trata de un nuevo hallazgo', dijo.
El trabajo en turnos nocturnos rotativos se define como tres o más turnos nocturnos al mes, además de turnos durante el día y en la tarde.
El informe se publicó en la edición del 26 de abril de la revista Journal of the American Medical Association.
Aunque el estudio no puede probar que trabajar en turnos nocturnos rotativos provoque enfermedades cardiacas, los resultados concuerdan con hallazgos anteriores, anotó Vetter.
'Es posible que los distintos turnos de trabajo conlleven un riesgo distinto. Y tenemos muy poca información sobre los horarios exactos, además del horario de entrada y de salida', añadió.
'Se necesitan más estudios que recojan ese nivel de detalle para que podamos comprender mejor qué aspectos del trabajo en turnos son los más críticos', planteó Vetter. 'Tampoco comprendemos bien quién tiene el mayor riesgo'.
Las características individuales, como el cronotipo (el ritmo biológico intrínseco de un individuo) y las variaciones en los patrones y la calidad del sueño podrían afectar al riesgo, sugirieron los investigadores.
'Aunque solo pocas mujeres tuvieron un aumento en el riesgo, y aunque el riesgo absoluto asociado con el trabajo en turnos es bajo, y la contribución del trabajo en turnos a la enfermedad de la arteria coronaria es modesta, se trata de un factor modificable, y cambiar los horarios podría ayudar a prevenir la enfermedad de la arteria coronaria', comentó Vetter.
Para precisar el efecto de trabajo en turnos sobre la enfermedad cardiaca, Vetter y sus colaboradores recolectaron datos sobre casi 189,000 mujeres que participaron en el Estudio de las enfermeras I y II. Todas las mujeres del estudio reportaron su exposición de por vida al turno nocturno rotativo.
Las mujeres también reportaron su salud cardiaca, incluyendo si se habían hecho un angiograma que encontrara dolor de pecho relacionado con el corazón, un ataque cardiaco, o procedimientos como una angioplastia, una cirugía de derivación cardiaca o dilatadores (stents).
Los investigadores usaron los expedientes médicos y los certificados de defunción para confirmar cualquier ataque cardiaco reportado por las mismas mujeres o fallecimientos. Las mujeres también completaron cuestionarios sobre sus factores de riesgo conocidos de enfermedad cardiaca cada dos a cuatro años durante el periodo del estudio, de 24 años. En ese tiempo, más de 10,000 mujeres desarrollaron enfermedad cardiaca, según los hallazgos.
Para aislar el efecto del trabajo en turnos, los investigadores tomaron en cuenta la cantidad de factores de riesgo conocidos de la enfermedad cardiaca, como fumar, una mala dieta, la falta de actividad física y el peso. Incluso tras controlar esos factores de riesgo, se observó un aumento modesto en el riesgo de enfermedad cardiaca con una duración más larga de trabajo en turnos nocturnos rotativos.
'Ya se había mostrado que el trabajo en turnos nocturnos rotativos se asocia con un mayor riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular [del corazón]', comentó el doctor Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, que no participó en el nuevo estudio.
'Los mecanismos que subyacen a esta asociación entre el trabajo en turnos nocturno y los eventos cardiovasculares, junto con la identificación de estrategias para mitigar ese riesgo, ameritan más estudios', enfatizó.
Las mujeres que trabajan en turnos nocturnos rotativos podrían enfrentarse a un ligero aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca, sugiere un nuevo estudio.
'Observamos un modesto aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca, asociado con una duración más larga del trabajo en turnos nocturnos rotativos, que parece desaparecer después de que se deje de trabajar en turnos', comentó la investigadora líder, Celine Vetter, profesora de medicina del Hospital Brigham and Women’s, en Boston.
El aumento del riesgo fue de entre un 15 y un 18%, en comparación con las mujeres que no trabajaban en turnos nocturnos rotativos, encontró el estudio.
Pero mientras más tiempo pasaba tras dejar de trabajar en turnos nocturnos, más bajo era el riesgo de enfermedad cardiaca, dijo Vetter. Y esto 'da más respaldo a la hipótesis de que el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria asociado con el trabajo en turnos podría desaparecer con el tiempo cuando las mujeres dejaban de trabajar [en esos] turnos. Se trata de un nuevo hallazgo', dijo.
El trabajo en turnos nocturnos rotativos se define como tres o más turnos nocturnos al mes, además de turnos durante el día y en la tarde.
El informe se publicó en la edición del 26 de abril de la revista Journal of the American Medical Association.
Aunque el estudio no puede probar que trabajar en turnos nocturnos rotativos provoque enfermedades cardiacas, los resultados concuerdan con hallazgos anteriores, anotó Vetter.
'Es posible que los distintos turnos de trabajo conlleven un riesgo distinto. Y tenemos muy poca información sobre los horarios exactos, además del horario de entrada y de salida', añadió.
'Se necesitan más estudios que recojan ese nivel de detalle para que podamos comprender mejor qué aspectos del trabajo en turnos son los más críticos', planteó Vetter. 'Tampoco comprendemos bien quién tiene el mayor riesgo'.
Las características individuales, como el cronotipo (el ritmo biológico intrínseco de un individuo) y las variaciones en los patrones y la calidad del sueño podrían afectar al riesgo, sugirieron los investigadores.
'Aunque solo pocas mujeres tuvieron un aumento en el riesgo, y aunque el riesgo absoluto asociado con el trabajo en turnos es bajo, y la contribución del trabajo en turnos a la enfermedad de la arteria coronaria es modesta, se trata de un factor modificable, y cambiar los horarios podría ayudar a prevenir la enfermedad de la arteria coronaria', comentó Vetter.
Para precisar el efecto de trabajo en turnos sobre la enfermedad cardiaca, Vetter y sus colaboradores recolectaron datos sobre casi 189,000 mujeres que participaron en el Estudio de las enfermeras I y II. Todas las mujeres del estudio reportaron su exposición de por vida al turno nocturno rotativo.
Las mujeres también reportaron su salud cardiaca, incluyendo si se habían hecho un angiograma que encontrara dolor de pecho relacionado con el corazón, un ataque cardiaco, o procedimientos como una angioplastia, una cirugía de derivación cardiaca o dilatadores (stents).
Los investigadores usaron los expedientes médicos y los certificados de defunción para confirmar cualquier ataque cardiaco reportado por las mismas mujeres o fallecimientos. Las mujeres también completaron cuestionarios sobre sus factores de riesgo conocidos de enfermedad cardiaca cada dos a cuatro años durante el periodo del estudio, de 24 años. En ese tiempo, más de 10,000 mujeres desarrollaron enfermedad cardiaca, según los hallazgos.
Para aislar el efecto del trabajo en turnos, los investigadores tomaron en cuenta la cantidad de factores de riesgo conocidos de la enfermedad cardiaca, como fumar, una mala dieta, la falta de actividad física y el peso. Incluso tras controlar esos factores de riesgo, se observó un aumento modesto en el riesgo de enfermedad cardiaca con una duración más larga de trabajo en turnos nocturnos rotativos.
'Ya se había mostrado que el trabajo en turnos nocturnos rotativos se asocia con un mayor riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular [del corazón]', comentó el doctor Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, que no participó en el nuevo estudio.
'Los mecanismos que subyacen a esta asociación entre el trabajo en turnos nocturno y los eventos cardiovasculares, junto con la identificación de estrategias para mitigar ese riesgo, ameritan más estudios', enfatizó.