San Pedro Sula
Para frenar el sobrepeso y la obesidad en los niños y adolescentes, los padres deben enseñarle a sus hijos a comer de forma saludable.
Muchos pequeños y adolescentes pueden sufrir de estrés o ansiedad, que lo canalizan comiendo de forma desmedida y llegar a sufrir de estos problemas, que de no controlarse pueden desarrollar diabetes mellitus tipo 2 u otros problemas metabólicos.
La psicóloga Ella López indica que lo primero es que los padres empiecen a marcar límites. “Es decir, una disciplina en el aspecto alimenticio. No significa solamente restricciones, sino reglas sobre qué comer y a qué horas, por ejemplo las galletas, solo se comen a determinadas horas. Cuando tenga hambre y es muy tarde, que coma frutas, y a partir de determinada hora ya no se come, y otros.
Intensidad.
La psicóloga detalla que comer impulsivamente es hacerlo sin pensar. Entonces los padres pueden empezar a enseñarles formas de autocontrol, más que hacerlo sin pensar.
Por ejemplo, en su mente repetir una frase mientras comen. “Tranquilo, come despacio”, “esto se come poco a poco”, “primero come esto, no tienes que seguir con otra cosa”, “debo estar satisfecho no necesito nada más”, indica.
Explica que los padres son los que cuidan la alimentación, por lo tanto les corresponde organizar el tipo de alimentos que consumirá. “No comprar alimentos que son poco saludables, pues si tienen niños que comen por impulso, recurrirán a comer frecuentemente y ganarán sobrepeso”.
Enséñele a sustituir el impulso de comer frecuentemente por una sana costumbre de tomar agua, comer frutas. Además, enseñarle que ocupe su tiempo en jugar o cualquier otra actividad.
No los premie con comida
Ana Gutiérrez, nutricionista aunque resulte tentador decirle a su hijo que si cumple con la tarea lo llevará a su restaurante favorito, los expertos advierten que esta práctica, puede tener consecuencias negativas a largo plazo.
Si usted le da a su hijo comida como premio lo estimula a comer más rápido para disfrutar su recompensa y deja de lado el hecho de que debe alimentarse porque su cuerpo requiere nutrientes, lo que inhibe el disfrute de los alimentos y distrae al niño en cuanto a la importancia de masticar despacio y aprovechar bien los alimentos.
Cuidados
Esto fomenta la relación comida- sentimientos, que a largo plazo influye la costumbre de comer por emociones y aumenta la posibilidad de comer compulsivamente. Comer frente al televisor o la computadora, es otra costumbre poco saludable que se ha vuelto parte de la forma de vida. Saltarse el desayuno disminuye los períodos de atención. Se debe comer bien.
Consejos
La especialista en nutrición, Raquel Tejada, recomienda que la dieta de un niño sano debe satisfacer su demanda energética, distribuyendo las comidas entre cinco y seis raciones por día: Tres comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) y de dos a tres meriendas de pequeñas porciones entre una comida y otra.
Es necesario además de promover una alimentación balanceada que incluya todos los grupos de alimentos, la práctica constante de actividad física. Tips básicos: ofrezca una merienda ligera, cómoda y fácil de digerir. Evite las exageraciones. La cantidad va según la edad y necesidades de cada niño.
Durante el día, los niños deben hacer 30 minutos de actividad física. Puede practicar un deporte. Puede caminar, andar en bicicleta o nadar.