A las 5:30 pm, un grupo de hombres departía en una cantina de la colonia Las Torres, en Comayagüela, cuando fueron atacados a balazos por desconocidos.
De una camioneta gris escoltada por tres motocicletas se bajaron varios individuos fuertemente armados que abrieron fuego en plena calle hasta llegar al negocio conocido como La Puerta Negra, en el sector dos de la citada colonia.
La balacera duró varios minutos. El sonido de las ráfagas de armas automáticas se confundía con los gritos de horror las víctimas y los vecinos que presenciaron el hecho y que salían corriendo para resguardar sus vidas.
Las víctimas
En total, hasta anoche eran siete las personas fallecidas, entre ellas dos hermanos menores de edad. Los nombres de las víctimas que anoche lograron ser confirmadas son Pedro Pastor Andino García (54), Lorenzo Lozano Lara (51), Óscar Sánchez Rodas (51) y los primos Michael José Álvarez (15) y Héctor David Álvarez Pineda (11).
Según detallaron las autoridades de la Policía Nacional, cuatro de las víctimas perecieron en el lugar del atentado y las tres restantes fallecieron en el Hospital Escuela al ser trasladadas gravemente heridas.
Hasta el cierre de esta edición se manejaba la versión de que tres heridos eran intervenidos quirúrgicamente para intentar salvarles la vida.
Entre estas personas heridas están la dueña de la cantina, María Estela Caballero (63), y una muchacha de 16 años que laboraba como mesera en el negocio.
En el lugar de los hechos, los cuerpos quedaron tendidos, uno dentro de la cantina, dos afuera del negocio y el cuarto, uno de los menores de edad, a una cuadra de La Puerta Negra, frente a un rótulo con la leyenda en letras mayúsculas “Jesucristo viene, prepárate”.Según un familiar de este menor, él se encontraba platicando con su hermano cuando fue alcanzado por las balas.
La angustia y el terror en Las Torres se trasladaron a la sala de Emergencia del Hospital Escuela, adonde llegaron decenas de familiares de los heridos.
En medio de la confusión se supo que seis personas fueron llevadas con vida al centro asistencial. Sin embargo, tres murieron en el trayecto.
Pese a que los medios de comunicación intentaban conocer datos de los hechos, los parientes permanecieron herméticos y se negaron a dar declaraciones, mientras permanecían desconsolados llorando y manifestaban su indignación por lo ocurrido.
Al sitio del crimen llegaron autoridades de la Policía Nacional y de la Policía Militar, quienes acordonaron el lugar para proteger la escena.
Los miembros de la Dirección de Medicina Forense levantaron los cadáveres alrededor de las 10:00 pm y luego los trasladaron a la morgue.
Familiares acudieron para reclamar celeridad en el proceso de autopsias e iniciar el velatorio.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades investigativas y policiales no tenían claras las razones de la matanza.