San Pedro Sula, Honduras.
La feroz persecución que concluyó en una balacera en el supermercado PriceSmart demuestra la encarnizada guerra desatada entre narcotraficantes en la disputa por la fortuna del cartel de Sinaloa, según investigaciones policiales.
Las indagaciones de los cuerpos de inteligencia policial muestran que 10 personas vinculadas a la poderosa organización criminal han fallecido en medio de la lucha interna, entre ellos cuatro extranjeros.
La disputa por la fortuna, según las investigaciones, se debe a que se ha perdido el control en la estructura del cartel, ya que su líder fue capturado y el segundo al mando fue ultimado en esta ciudad.
La guerra entre los integrantes de esa organización del narcotráfico salió a luz con las investigaciones hechas tras los asesinatos de dos mexicanos en el bulevar del norte, el pasado 21 de mayo, y del hondureño Dennys Roberto Bonilla Guzmán, victimado el lunes pasado en el estacionamiento del supermercado PriceSmart, donde ultimaron a dos personas inocentes.
Se robaron cajas de dólares
Las pesquisas indican que los mexicanos Juan José López Gómez y Adolfo León López Marín, padre e hijo, fueron ultimados porque dos días antes fueron a sacar unas cajas llenas de dólares a una de las casas que el cartel tiene en esta ciudad para almacenar dinero, armas y todo tipo de logística.
El hondureño Dennys Roberto Bonilla Guzmán habría participado en la sustracción del botín.
En el momento del reconocimiento de los cadáveres de los mexicanos, ambos portaban cédulas de identidad hondureñas con los nombres de Juan Carlos Rivera Guerra y Luis Adolfo Rivera Fuentes, pero se comprobó que los documentos eran falsos.
El robo del dinero provocó el enojo de los otros miembros del cartel, quienes mataron a los mexicanos y el lunes asesinaron a Dennys Roberto Bonilla Guzmán en el estacionamiento del supermercado PriceSmart.
Las averiguaciones establecen que los miembros de esa organización del narcotráfico también se están matando porque además del dinero se están disputando las millonarias propiedades, las armas y la logística del cartel.
Eran de confianza del líder
Las averiguaciones de los cuerpos policiales indican que los mexicanos y el hondureño Dennys Roberto Bonilla Guzmán eran hombres de confianza del líder del cartel y del guatemalteco Nelson Molina, segundo al mando de la estructura criminal, ultimado el pasado 29 de abril en la colonia Villa San Antonio de esta ciudad.
Como los mexicanos y el hondureño Bonilla Guzmán eran de confianza de los jefes, conocían bien las casas donde se guarda la fortuna de la organización criminal y tenían acceso a ellas.
Vinieron de Sinaloa
Según las averiguaciones de las autoridades, los mexicanos Juan José López Gómez y Adolfo León López Marín vinieron de Sinaloa, México, para formar parte de la célula del cartel de Sinaloa que opera en el país.
Entre los documentos decomisados por las autoridades en el allanamiento en la casa de Bonilla Guzmán se encontraron los pasaportes de los mexicanos.
Según el análisis de los entes de seguridad, entre las víctimas extranjeras en la guerra por la fortuna del cartel de Sinaloa están el venezolano Miguel Ángel Martínez Bueno y un hondureño que murió con él en una balacera el 12 de marzo de este año en la colonia Trejo.
También figuran entre las víctimas el guatemalteco Nelson Molina, muerto el 29 de abril. En ese hecho mataron a otro hondureño.
Las últimas víctimas por la disputa de la fortuna son los mexicanos Juan José López Gómez y su hijo Adolfo León López Marín. También está el hondureño Dennys Roberto Bonilla Guzmán.