Tegucigalpa. Cuatro jóvenes fueron acribillados a balazos la tarde de ayer por hombres fuertemente armados en un callejón de la colonia Policarpo Paz García, sin que la Policía conozca los móviles del crimen.
Familiares de los fallecidos llegaron a la escena del asesinato y los identificaron como Fidel Gustavo Reyes Rodríguez (24), alias Fonquete; David Alberto Aguilar (29), alias Picardía; Edwin Omar Aldana (20), alias Rana, y Samuel Vásquez (20), estudiante del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop). Un acompañante de las víctimas se salvó de milagro porque tenía pocos minutos de haberse ido del lugar cuando se produjo la balacera.
Los cuerpos inertes quedaron en una calle angosta que colinda con el muro de una escuela.
El cuádruple crimen
Testigos declararon que alrededor de las 3:50 pm los infortunados consumían bebidas alcohólicas en el sector donde generalmente se reunían a departir. De repente, los moradores escucharon una balacera, pero no les llamó la atención porque pensaron que eran cohetes, relató un testigo.
Al salir a la calle encontraron a los cuatro hombres sin vida, dos pegados al muro y los otros en la calle. Llamaron a la Cruz Roja porque tenían la esperanza de que estuvieran con vida.
Paramédicos de la institución de socorro llegaron a la escena del crimen y confirmaron que ya habían expirado.
Agentes de la Policía Preventiva se presentaron minutos más tarde a realizar las investigaciones preliminares para conocer los pormenores del sangriento suceso.
Técnicos de la Sección de Inspecciones Oculares de la DNIC realizaron la requisa en la escena del crimen, donde colocaron una cantidad no determinada de marcas amarillas sobre los casquillos esparcidos en el área.
Residentes del bloque O, donde ocurrió la matanza, dijeron que ignoran quiénes y por qué mataron a los cuatro infortunados, ya que al salir a la calle no lograron ver a los criminales.
Dolientes llegaron al lugar y no pudieron contener el llanto al ver los cuerpos inertes de sus parientes tirados en la vía pública.
Aguilar, Vásquez y Aldana residían del sector y Reyes Rodríguez tenía domicilio en la colonia El Rosario, siempre en Comayagüela. Testigos dijeron que Aguilar deja cinco hijos de pan en mano y que no tenía problemas con nadie. Un equipo de la Sección de Homicidios de la DNIC inició las investigaciones con el fin de establecer la causa del cuádruple crimen e identificar a los responsables.
“Estamos apesarados por esto porque los muchachos eran conocidos y se llevaban bien con nosotros”, expresó un vecino que prefirió omitir su nombre.
