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'Vi que las llamas consumieron todo y mis nietos estaban adentro”

  • 21 junio 2016 /

Villanueva, Honduras.

Se está quemando la casa, los niños, los niños”, fueron los gritos de una menor que alertaron al albañil Adán Alberto Ríos Rodríguez, quien corrió al ver que las llamas envolvían la pequeña casa vecina en la que estaban tres hermanitos.

“Como pude le pegué una patada a la puerta y la niña estaba desvanecida en el suelo en medio de las llamas, la saqué a ella, pero cuando regresé ya no pude entrar”, relató Adán Alberto, quien ayer logró rescatar del fuego a Ástrid Nicol Paz López (6) .

Los hermanitos de Ástrid David Leonel (2) y Axel Josué Paz López (4) murieron calcinados, sus cuerpecitos quedaron sobre la cama en la que dormían. Faltaban unos 15 minutos para las 10:00 am, cuando la madre de los niños, Inelda Idalia López, bajó del cerro en el que viven, en la aldea de El Marañón, para ir a la pulpería, pues iba a comprar algo para darles de comer a sus hijos. Los tres niños quedaron dormidos con la puerta cerrada.

Jugaban los pequeños David y Axel, que ayer fueron víctimas de un incendio que consumió la humilde casa en la que vivían con sus padres.
La casa construida de panelit y zinc, en un pedazo de terreno del cerro, comenzó a quemarse supuestamente por el fuego producido por un cortocircuito y los vecinos no pudieron ni tirarle agua, pues no tienen ese servicio.

Francisco Javier López, abuelo de las víctimas, manifestó que estaba trabajando cuando vio pasar a su hija caminando hacia la pulpería, y a los minutos la gente estaba gritando que la casa se quemaba. “Vi que las llamas rápidamente consumieron todo y mis nietos estaban adentro”, relató llorando el abuelo.

La familia lloraba desvastada por la muerte de los niños y la gravedad de la pequeña.
La pequeña Ástrid Nicol fue llevada hacia el hospital Mario Rivas con quemaduras de segundo y tercer grado en todo su cuerpo, y según lo médicos, su pronóstico es reservado por la gravedad. Los otros dos cuerpos de los hermanitos quedaron en medio de los enseres quemados.

En la covacha donde vivían los tres hermanitos y sus padres solo había dos camas, una estufa de gas pequeña, dos roperos, una mesa, un ventilador, ollas de cocina y una silla de ruedas de la niña Ástrid Nicol, en la que permanecía sentada porque nunca caminó, según sus familiares, quienes ayer lloraban por la tragedia. Al lugar llegaron miembros del Cuerpo de Bomberos que apagaron las llamas e identificaban lo que provocó el fuego.

Foto: La Prensa

Adán Alberto Ríos al rescatar a la niña resultó también con quemaduras.