Tegucigalpa, Honduras.
La tragedia tocó la puerta de la familia Díaz; una de las víctimas en el doble accidente ocurrido ayer en Amarateca fue Rosa Elena Díaz (36), paramédico de la Concesionaria Vial de Honduras (Covi); ella se encontraba en el lugar porque estaba asistiendo a personas de un accidente previo. Obdulio Díaz Díaz, padre de la víctima, comentó que ella residía en la colonia El Chile de la capital y deja un niño de 6 años y una menor de 12 años; a la vez mencionó que el esposo falleció hace cinco meses en un accidente vial.
Ella laboraba en la Cruz Roja, pero al morir el esposo entró a trabajar a Covi.
Su padre la recuerda como una mujer muy amable y trabajadora; y aseguró que se hará cargo de sus nietos ya que quedan sin padres.
La familia Díaz es originaria de Las Vegas, Santa Bárbara, desde donde vendrán familiares a dar el último adiós.
El cuerpo será velado y sepultado en la colonia Nueva Era de Tegucigalpa.
“Tuve 13 hijos, es la primera que pierdo, ya solo me quedan cinco mujeres”, manifestó con mucho tristeza y angustia el señor Díaz. David Palma, gerente general de Covi, expresó sus condolencias a la familia y dijo que todos en la empresa están de luto por la pérdida de una humilde y esforzada compañera. Asimismo, reveló que ella siempre será recordada con mucha admiración, pues perdió la vida ayudando a conservar la de otros.
Palma describió a la paramédico como una mujer que lo dio todo para servir a través de su profesión. “Su muerte duele porque es producto de la imprudencia de un conductor irresponsable”, manifestó.
La tragedia tocó la puerta de la familia Díaz; una de las víctimas en el doble accidente ocurrido ayer en Amarateca fue Rosa Elena Díaz (36), paramédico de la Concesionaria Vial de Honduras (Covi); ella se encontraba en el lugar porque estaba asistiendo a personas de un accidente previo. Obdulio Díaz Díaz, padre de la víctima, comentó que ella residía en la colonia El Chile de la capital y deja un niño de 6 años y una menor de 12 años; a la vez mencionó que el esposo falleció hace cinco meses en un accidente vial.
Ella laboraba en la Cruz Roja, pero al morir el esposo entró a trabajar a Covi.
Su padre la recuerda como una mujer muy amable y trabajadora; y aseguró que se hará cargo de sus nietos ya que quedan sin padres.
La familia Díaz es originaria de Las Vegas, Santa Bárbara, desde donde vendrán familiares a dar el último adiós.
El cuerpo será velado y sepultado en la colonia Nueva Era de Tegucigalpa.
“Tuve 13 hijos, es la primera que pierdo, ya solo me quedan cinco mujeres”, manifestó con mucho tristeza y angustia el señor Díaz. David Palma, gerente general de Covi, expresó sus condolencias a la familia y dijo que todos en la empresa están de luto por la pérdida de una humilde y esforzada compañera. Asimismo, reveló que ella siempre será recordada con mucha admiración, pues perdió la vida ayudando a conservar la de otros.
Palma describió a la paramédico como una mujer que lo dio todo para servir a través de su profesión. “Su muerte duele porque es producto de la imprudencia de un conductor irresponsable”, manifestó.