Un espantoso estruendo despertó la madrugada del sábado a Daniel Lara (41). Apenas logró abrir los ojos y vio volar bloques, láminas de zinc y partes de un cuerpo desmembrado de una menor.
Fue el amanecer más horroroso de su vida, relata el cholomeño, vecino de la familia que tenía la cohetería que causó una cruel tragedia en la colonia Las Torres.
Lara apenas recuerda efímeros episodios del trágico momento que acabó con la vida de tres personas y dejó heridas a cerca de 10.
“Todavía me duelen los oídos de la explosión que me estremeció. No tuve tiempo de pensar en qué pasaba, adónde estaban mis hijas y mi esposa. Solo escuché gritos y sentí miles de cosas cayendo sobre mi cuerpo”, relata el vecino con su cuerpo levemente quemado.
Sus hijas y esposa resultaron con heridas considerables, pero se encuentran estables y recuperándose, según el reporte de las autoridades del hospital Mario Rivas. Él también recibió golpes, pero fue el primero en recibir el alta médica.
“Me quedé sin casa. Pero agradezco a Dios que mis hijas están bien. Aunque una de ellas está delicada. No puedo borrar de mi mente ese cuadro de las casas hechas pedazos. Vi los restos del cuerpo de la niña que falleció que cayeron sobre mi cama. Me dejó sin palabras porque la señora (que falleció) cuidaba mis hijas”.
Daniel López asegura que fue la chispa que saltó de una estufa la que causó la tragedia en la cohetería clandestina.
Bomberos aún no tienen informe final.
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