Fue una madrugada que todos quieren olvidar. Una explosión acabó con la vida de tres personas y dejó a una decena de heridos al estallar una cohetería clandestina.
Una vivienda de la colonia Las Torres en el sector López Arellano, adonde funcionaba la cohetería clandestina, fue el centro del estallido.
Las víctimas mortales, una mujer y dos niños, no pudieron ser identificadas porque sus cuerpos quedaron desmembrados y esparcidos en la calle. Extraoficialmente se conoció que las víctimas son Sandra Maribel y sus hijos Jessica de ocho años y Amílcar de uno.
Además resultaron diez personas heridas que fueron llevadas al hospital Mario Rivas en ambulancias del Cuerpo de Bomberos de Choloma.
El lamentable hecho ocurrió a eso de las 5:10 am, según manifestaron vecinos. El estallido dejó en ruinas la casa adonde se fabricaban cohetes, que era en la que residía la familia afectada propiedad de José Amílcar López Flores, quien permanece bajo custodia policial en el hospital Mario Rivas, ya que será interrogado por los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) para determinar qué ocurrió.
Las viviendas cercanas quedaron parcialmente dañadas y se contaron seis que también fueron afectadas pues se les quebraron puertas, ventanas y el techo. El estruendo que hizo la pólvora al estallar se escuchó y se sintió hasta el centro de Choloma, a unos cinco kilómetros de donde se ubica la vivienda en la que ocurrió la tragedia.
“Estábamos de guardia y en la segunda planta se sintió que temblaba, creímos que era un temblor, a los pocos minutos nos llamaron que había una explosión”, relató un bombero que participó en el rescate de los heridos.
Son varias las versiones en torno a la explosión. Algunos vecinos manifestaron que José Amílcar López y su esposa habían discutido y que él enojado lanzó fuego para que estallara la casa.
Otros colonos dijeron que López laboraba como guardia de seguridad y que el sueldo no le ajustaba y por eso tenía la cohetería.
Se comentó también que López Flores había ingerido bebidas alcohólicas la noche anterior y que al llegar se quedó durmiendo afuera de la casa, ya que no le gustaba despertar a su mujer para que le abriera la puerta y que por eso no murió al detonar la pólvora. Personal del hospital Rivas informó que José Amílcar ingresó al centro asistencial con quemaduras de primer grado. López Flores no quiso hablar sobre los hechos ocurridos.
El estallido de la cohetería clandestina provocó que las viviendas aledañas también fueran dañadas.
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Los bomberos de Choloma desplazaron tres unidades para atender la emergencia.
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Hasta ayer, el Cuerpo de Bomberos no tenía la causa que provocó la explosión.
“Entre las 5:30 am y 5:40 am nos reportaron una explosión, desplazamos tres unidades, al llegar al lugar constatamos que dos viviendas estaban destruidas producto de la explosión y en la escena había tres personas fallecidas. Trasladamos unas ocho personas heridas al hospital Mario Rivas”, informó Emilio Rodríguez, jefe de Operaciones de los Bomberos de Choloma.
“No sabemos qué produjo la explosión, estamos en la etapa de investigación para determinar qué pasó. La versión que tenemos de los vecinos es que era una cohetería clandestina y que había pólvora”, dijo el bombero.
Rodríguez señaló que las víctimas estaban dormidas cuando ocurrió la tragedia y que el cuerpo de una mujer quedó en una cama.
“Producto de la magnitud de la explosión y la onda expansiva salieron varios cuerpos expulsados hacia las calles aledañas”, explicó Rodríguez.
“No se produjo ninguna llama, no hubo incendio, solo fue la explosión. Según versiones de los vecinos, a varios kilómetros de distancia se sintió el remezón producto de la detonación”.
Varios vecinos afectados expresaron que no habían denunciado al dueño de la vivienda donde se fabricaban los cohetes debido a que los amenazaba con tirarles bombas. “Lamentamos lo que pasó porque nosotros le reclamábamos a él que no hiciera esas bombas porque nos dejaba sordos cuando las reventaba. A mi sobrina le cayó una pared encima”, contó Daysi Flores.
Otilia Rivera, otra vecina de las víctimas, manifestó que estaban durmiendo y el estruendo los despertó. “Viejo, nos están lanzando bombas, le dije a mi esposo, y nos tiramos al suelo y estaban regados los vidrios de las ventanas. Cuando salimos miramos la gente tirada en el suelo”, puntualizó.