Mientras trabajaba en sus quehaceres de la casa fue ultimada ayer Edelmira Murillo Gutiérrez (30) por su propio marido en la aldea El Zapote de este municipio.
El hecho sucedió a las 7:00 am en el interior de la vivienda que compartió por más de 12 años con su compañero de hogar Juan Alberto Gutiérrez (35), quien luego de una discusión tomó una hacha y la atacó.
Por encontrarse en la cocina, la dama no tuvo oportunidad de escapar y recibió una herida de hacha en el pecho, la que le ocasionó la muerte al instante.
Luego del crimen, su asesino huyó y se refugió en un cerro cercano al lugar, adonde fue capturado por un grupo de agentes de la Policía Nacional que acordonó la zona.
Al ser abordado, el acusado dijo que está arrepentido de lo que hizo, pues según él la amaba y será el amor de su vida y madre de sus tres hijos de edades entre siete y 11 años.
“Me cegué de celos porque me dijeron que ella me pagaba mal con otro hombre, era solo para mí y no iba a permitir que eso ocurriera, por eso la maté”, manifestó en la sede de la Policía de la cabecera departamental de Yoro, hasta donde fue llevado. Agregó que en varias ocasiones él le reclamó y ella siempre le repetía que era mentira, pero no le creyó.
Las autoridades lvantaron el cadáver de la mujer y tomaron como evidencia el arma homicida que será presentada este día en los tribunales yoreños como prueba del crimen.
Hasta julio de este año, la Fiscalía Especial de la Mujer reveló que se registraban cerca de 160 asesinatos de mujeres a nivel nacional.
La organización no gubernamental Centro de Derechos de Mujeres presentó en junio un estudio basado en cifras de 2014 en el que se afirma que 12 mujeres por cada 100,000 habitantes murieron de forma violenta en Honduras.