La Entrada, Copán, Honduras.
Un hecho insólito se registró en el municipio de La Entrada, Copán, en el occidente de Honduras, cuando una joven enterrada supuestamente resucitó, sin embargo luego murió.
Se trata del caso de Neysi Pérez (16), quien tenía dos meses de embarazo, según informaron sus familiares. La joven permanecía enterrada en un mausoleo del Cementerio General de La Entrada
Un día despúes de ser enterrada, un guardia del camposanto escuchó ruidos en la cripta por lo que se revisió el lugar.
La sorpresa fue cuando se abrió el sepulcro pues peritos de Medicina Forense y curiosos en el lugar vieron que el vidrio del ataúd estaba quebrado, sin embargo, al retirar el cuerpo de Neysi confirmaron que estaba muerta.
A causa del hecho los familiares llevaron el cuerpo de la muchacha hasta su casa de habitación ubicada en el barrio Las Brisas, con la esperanza de que recobrará la conciencia. Según el reporte del corresponsal de HCH, canal que transmitió la noticia, la joven tenía dos meses de embarazo y falleció en horas de la madrugada del jueves cuando salió a orinar y, después de escuchar unos disparos, se asustó y perdió el conocimiento.
Los forenses que realizaron la exhumación del cuerpo de la joven aseguraron que la joven pudo haber sufrido un episodio de pánico severo que detuvo su actividad cardíaca. O se especuló que puede tratarse de un caso de catalepsia; un trastorno nervioso repentino que se caracteriza por la inmovilidad y rigidez del cuerpo y la pérdida de la sensibilidad por horas.
Un hecho insólito se registró en el municipio de La Entrada, Copán, en el occidente de Honduras, cuando una joven enterrada supuestamente resucitó, sin embargo luego murió.
Se trata del caso de Neysi Pérez (16), quien tenía dos meses de embarazo, según informaron sus familiares. La joven permanecía enterrada en un mausoleo del Cementerio General de La Entrada
Un día despúes de ser enterrada, un guardia del camposanto escuchó ruidos en la cripta por lo que se revisió el lugar.
La sorpresa fue cuando se abrió el sepulcro pues peritos de Medicina Forense y curiosos en el lugar vieron que el vidrio del ataúd estaba quebrado, sin embargo, al retirar el cuerpo de Neysi confirmaron que estaba muerta.
A causa del hecho los familiares llevaron el cuerpo de la muchacha hasta su casa de habitación ubicada en el barrio Las Brisas, con la esperanza de que recobrará la conciencia. Según el reporte del corresponsal de HCH, canal que transmitió la noticia, la joven tenía dos meses de embarazo y falleció en horas de la madrugada del jueves cuando salió a orinar y, después de escuchar unos disparos, se asustó y perdió el conocimiento.
Los forenses que realizaron la exhumación del cuerpo de la joven aseguraron que la joven pudo haber sufrido un episodio de pánico severo que detuvo su actividad cardíaca. O se especuló que puede tratarse de un caso de catalepsia; un trastorno nervioso repentino que se caracteriza por la inmovilidad y rigidez del cuerpo y la pérdida de la sensibilidad por horas.