Pelea de territorio para actividades delictivas es la principal hipótesis que siguen los cuerpos de inteligencia en torno a la masacre que ocurrió la noche del viernes en la colonia Villa Madrid, kilómetro 10 de la carretera que va al departamento de Olancho.
Los vecinos lamentan que quienes murieron en el ataque armado eran personas honestas y trabajadoras que se encontraban en el lugar equivocado a la hora equivocada, porque no estaban vinculadas en actividades ilícitas.
Una nutrida balacera protagonizada por malhechores muy bien armados dejó cuatro muertos el día del hecho, cifra que se incrementó a cinco con el deceso ayer de uno de los heridos en el Hospital Escuela Universitario (HEU).
Los fallecidos son José Luis Valle Sevilla (32), Pedro Luis Rodríguez Molina (28), David Antonio López Martínez (17) Edwin Josué Orellana (27) y Wilmer Alberto Carranza (22), todos residentes de la comunidad.
En el HEU se encuentran los sobrevivientes Rosa María López (46) y Marvin Lenín García Sauceda (17), quienes reciben asistencia médica.
Balacera. Según la Policía, el sangriento ataque ocurrió a las 7:30 pm cuando un grupo de unas 12 personas se encontraban en una pequeña plaza de la colonia. De repente entró un microbús café en el cual se conducían varios hombres armados con fusiles AK47 y R15, los que abrieron fuego contra las víctimas desde adentro, lo que causó zozobra entre los vecinos.
En el lugar quedaron los cuerpos inertes de José Luis Valle Sevilla y Pedro Luis Rodríguez Molina; los de David Antonio López Martínez y Edwin Josué Orellana, en el HEU. A la lista de víctimas se sumó ayer el joven Wilmer Alberto Carranza.
Junto al cuerpo inerte de Valle Sevilla quedó un fusil R-15 y una mochila con documentos referentes a la pandilla 18, según confirmó una fuente policial.
Un testigo dijo que el atentado criminal habría sido dirigido a tres jóvenes que se encontraban en el lugar, de los cuales ninguno resultó muerto ni herido y que huyeron en medio de la balacera, lo que está en investigación.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Leonel Sauceda, confirmó que la primera hipótesis que se sigue es pleito por disputa de territorio entre bandas criminales para actividades delictivas.
El oficial Sauceda detalló que al momento del reconocimiento legal Valle Sevilla tenía un fusil R-15 con el cual habría disparado a los atacantes.
Agregó que también se le encontró una mochila que contenía un cuaderno con varias notas escritas conocidas como Wilas, también grafitis alusivos a la pandilla 18, así como unas 11 páginas en las que aparecen nombres de pulperías y otros establecimientos comerciales, entre otros, donde cobraban “impuesto de guerra”.
Sobre el arma de fuego encontrada a José Luis, un testigo presencial del hecho aseguró que el ahora occiso se la arrebató a uno de los atacantes y que como ya estaba herido no tuvo tiempo de disparar para defenderse.
Agregó que él era un hombre que se ganaba la vida trabajando en construcciones y que al igual que los otros fallecidos eran personas honestas.
El padre de David Antonio confirmó que su hijo era estudiante del tercer curso de ciclo común en el colegio de la aldea Río Abajo.