Tegucigalpa, Honduras.
El dolor se refleja en el rostro de los familiares de Soad Nicolle Ham (13), la estudiante del instituto Central Vicente Cáceres que fue hallada muerta el pasado miércoles.
Ayer su cuerpo era velado en la que fuera su vivienda, sus madre y tías, desconsoladas, se acercaban una y otra vez al ataúd, deseando que aquello de tratara de una pesadilla.
“Nosotros sabemos que Nicolle será una estadística más en esta ola de violencia, y por un lado es mejor que todo quede así, solo nos queda resignarnos”, expresaba impotente una de sus tías, que prefirió omitir su nombre.
La estudiante del primer curso de ciclo común fue vista con vida por última vez la mañana del martes cuando salió de su casa rumbo al colegio, como era su rutina normal. “A nosotros lo que más nos duele es la forma en cómo la mataron, era una niña, nadie merece que le hagan que le hicieron a ella”, agregó la tía. Comentó que el día en que la niña salió, ella no se mostraba nerviosa o temerosa de algo. “Ella salió como todos los días, tranquila, se despidió, no dijo nada, por eso nos sorprendió cuando desapareció”.
Según el relato de la familia, la joven colegiala no era una niña problemática en su colegio.
“Nosotros nos quedamos sorprendidos cuando vimos las imágenes en los medios de que ella andaba en huelgas”, expresó. Añadió que nunca imaginaron que la menor participara en cualquier tipo de actividades fuera de su centro de estudios. “Nicolle era una niña de 13 años muy extrovertida, a ella le gustaba hacer de todo”, dijo su tía.
Asegura que la joven era una persona muy dinámica que participaba de distintas actividades.
“Ella era muy activa, a ella le gustaba hacer deportes, le gustaba jugar fútbol, le gustaban los carros, nosotros decíamos que lo que no hacía Nicolle ya no lo hacía nadie”.
Hasta el momento se desconoce por qué asesinaron a la estudiante, así como la identidad de quienes cometieron el crimen.
Las autoridades policiales no han detenido a ninguna persona por el crimen y no han establecido la causa.
El dolor se refleja en el rostro de los familiares de Soad Nicolle Ham (13), la estudiante del instituto Central Vicente Cáceres que fue hallada muerta el pasado miércoles.
Ayer su cuerpo era velado en la que fuera su vivienda, sus madre y tías, desconsoladas, se acercaban una y otra vez al ataúd, deseando que aquello de tratara de una pesadilla.
“Nosotros sabemos que Nicolle será una estadística más en esta ola de violencia, y por un lado es mejor que todo quede así, solo nos queda resignarnos”, expresaba impotente una de sus tías, que prefirió omitir su nombre.
La estudiante del primer curso de ciclo común fue vista con vida por última vez la mañana del martes cuando salió de su casa rumbo al colegio, como era su rutina normal. “A nosotros lo que más nos duele es la forma en cómo la mataron, era una niña, nadie merece que le hagan que le hicieron a ella”, agregó la tía. Comentó que el día en que la niña salió, ella no se mostraba nerviosa o temerosa de algo. “Ella salió como todos los días, tranquila, se despidió, no dijo nada, por eso nos sorprendió cuando desapareció”.
Según el relato de la familia, la joven colegiala no era una niña problemática en su colegio.
“Nosotros nos quedamos sorprendidos cuando vimos las imágenes en los medios de que ella andaba en huelgas”, expresó. Añadió que nunca imaginaron que la menor participara en cualquier tipo de actividades fuera de su centro de estudios. “Nicolle era una niña de 13 años muy extrovertida, a ella le gustaba hacer de todo”, dijo su tía.
Asegura que la joven era una persona muy dinámica que participaba de distintas actividades.
“Ella era muy activa, a ella le gustaba hacer deportes, le gustaba jugar fútbol, le gustaban los carros, nosotros decíamos que lo que no hacía Nicolle ya no lo hacía nadie”.
Hasta el momento se desconoce por qué asesinaron a la estudiante, así como la identidad de quienes cometieron el crimen.
Las autoridades policiales no han detenido a ninguna persona por el crimen y no han establecido la causa.