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Bajan a pasajeros de bus rapidito y matan a su motorista en Tegucigalpa

  • 20 octubre 2014 /

Javier Antonio Ortega fue ultimado dentro de su vehículo en el bulevar Fuerzas Armadas de la capital hondureña.

Tegucigalpa, Honduras.
En el bulevar Fuerzas Armadas de Tegucigalpa fue ultimado a balazos Javier Antonio Ortega, (28) conductor de un autobús rapidito.

El hecho criminal ocurrió debajo del puente a desnivel de la colonia El Carrizal en la unidad de transporte con registro 746, que cubre la ruta entre la Unah y la colonia La Sosa.

Según relatos de testigos, eran alrededor de las 2:00 pm de ayer cuando Ortega, quien tenía su domicilio en la colonia Nueva Suyapa, salió de la terminal en su recorrido por el bulevar Fuerzas Armadas hasta la colonia La Sosa.

A inmediaciones del punto de taxis que está debajo del puente de El Carrizal fue interceptado por unos maleantes, quienes habrían bajado a los pasajeros y cuando el infortunado arrancó con la intención de escapar fue atacado a balazos por uno de los maleantes.

El automotor avanzó descontrolado unos 150 metros de donde le dispararon a Ortega, se salió de la calzada y se estrelló contra un árbol.

El cuerpo inerte del infortunado quedó frente al volante. Los malhechores se fueron en un taxi, según la información preliminar que conoció la Policía.

Elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y de la Policía Preventiva llegaron al lugar del suceso a proteger la escena del crimen y a trabajar en las investigaciones preliminares.

Varios familiares de la víctima se presentaron al lugar, adonde rompieron en llanto al ver el cuerpo inerte en el interior del autobús rapidito.

Motoristas de paralizan

Varios trabajadores del transporte estacionaron los buses en ambos carriles del bulevar y se declararon en paro por la muerte de su compañero de labores.

Algunos conductores relataron que Ortega tenía unas dos semanas de haber empezado a trabajar en el rapidito. Él era conocido como el Toro y nunca les comentó que hubiese sido amenazado de muerte.

Aseguraron que el ahora occiso era padre de cinco hijos, entre ellos gemelos y un niño con retos especiales.

En el lugar hubo reacciones violentas de algunos familiares del fallecido, a tal grado que uno agredió a varios camarógrafos de los medios escritos y de televisión. Ante esa situación, las autoridades tomaron la determinación de sacar el cadáver del autobús y trasladarlo a la morgue de Medicina Forense para el reconocimiento legal.