Nada de lo que Rosa María Castellanos Díaz le dijo al mundo, incluido asu compañero de hogar, Melvin Mendoza, sobre su embarazo y la muerte de su bebé era verdad.
La mujer engañó a su marido y a la comunidad de El Coyolar, en Jamastrán, El Paraíso, que con ella fueron testigos de cómo sepultaba un pequeño féretro que en vez de los restos del menor fallecido contenía un muñeco.
Se indagó en el Hospital Materno Infantil, pero la supuesta madre no fue registrada en el centro asistencial.
Vecinos descubrieron la mentira de la mujer el sábado anterior cuando acompañaron al padre a desenterrar el pequeño cajón con el que ella llegó a la aldea y asombrados vieron que dentro del ataúd no había un bebé, sino un muñeco.
Ayer, fiscales del Ministerio Público, de Danlí, ante el hecho y aún sin haber una acusación penal en contra de Rosa Castellanos, de oficio estarían abriendo un expediente investigativo.