Tegucigalpa, Honduras.
“Tienen que enfrentar las consecuencias”. Así sentenció el presidente Juan Orlando Hernández al referirse a “cualquier funcionario que por indolente, cobarde o por cualquier situación haya permitido la fuga de 18 peligrosos reos” del Centro Nacional Penitenciario de Támara.
Ayer, en una comparecencia en Casa Presidencial dio a conocer sus consideraciones sobre la penosa escapatoria de los pandilleros de la 18.
La fuga se produjo el jueves, pero fue hasta el sábado que trascendió a través de los medios de comunicación, donde inicialmente se dio a conocer que eran 23 los prófugos de la justicia.
El mandatario hondureño explicó que cuando se le informó de lo que había ocurrido en Támara, “la instrucción fue clara y precisa como siempre: suspender a todos los que estaban en ese momento a nivel de custodios, guardias penitenciarios, a los encargados de los centros penales, investigarlos y deducir las responsabilidades del caso”.
Cuando se pone en marcha un nuevo sistema carcelario es cuando ocurren estas cosas, “que no deben quedar en la impunidad”, enfatizó Hernández Alvarado.
Entraban y salían.
El Presidente recordó que “en el pasado entraban y salían los reclusos, hacían lo que querían desde allí y no se podía decir que se fugaban o no, porque salían por su propia cuenta y volvían a entrar”.
“Antes nadie decía nada y hoy que estamos construyendo el nuevo sistema carcelario y se pone orden se dice: esto es lo que ha ocurrido. Obviamente eso genera una sorpresa”, añadió.
“A mí me llama la atención cómo hoy opinan los que antes no querían opinar ya sea por miedo, colusión o por comodidad, pero no opinaban, ahora es bueno y hay que hacerlo, porque todos merecemos vivir en paz y tranquilidad”, manifestó.
Hernández explicó que cuando se empezó la construcción del nuevo sistema carcelario se sabía que surgirían obstáculos.
“Recuerden que cuando adelantamos la operación en San Pedro Sula (el traslado de reos a El Pozo) es porque teníamos indicios de que podía haber reacciones y se van a seguir presentando esos riesgos”, prosiguió.
El presidente Hernández prometió recapturar a los pandilleros prófugos de la justicia.
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Investigación.
“Lo que no vamos a permitir, y escúchenme bien, no vamos a dejar de construir paso a paso lo que debe ser un nuevo sistema carcelario y el que la debe la paga y la debe pagar bien”, especificó.
En ese sentido, el mandatario efantizó que continúa el proceso de investigación relacionado con la fuga de los reos del Centro Nacional Penitenciario de Támara, es que “cualquier funcionario que por indolencia, cualquier funcionario que por cobardía, cualquier funcionario que por cualquier razón permita que estas cosas pasen, también tiene que enfrentar las consecuencias”.
El Presidente detalló que los parámetros “están claros”, por lo que de nuevo pidió a la población que informe en este caso de las personas que se fugaron el jueves anterior.
“La Policía ha tirado la oferta al público, que quienes nos den información que nos conduzca a la captura de estos individuos tengan esa recompensa (de 300,000 lempiras)”, agregó.
“Quiero decirle al pueblo hondureño y particularmente a estos que se han fugado: si no los encontramos hoy va a ser mañana, va a ser pasado, pero que van a regresar a las nuevas cárceles, van a regresar”, dijo el Presidente.
Beneficios.
Según el mandatario Hernández, el nuevo sistema carcelario de Honduras va a tomar su tiempo y tendrá dos componentes importantes. Uno de ellos es proteger al pueblo hondureño de quienes han estado administrando prácticamente a su antojo las cárceles de Honduras, cometiendo barbaridades desde ahí, que no se iban porque no querían, se quedaban ahí porque era una forma de refugiarse y afinar sus estrategias para delinquir.
En segundo lugar, que quienes ingresen por delitos menores o estén por salir, con bajo nivel de amenaza contra la sociedad, deben estar en procesos diferenciados, porque se les debe dar la oportunidad de que se puedan reeducar y reformar para que cuando salgan sean ciudadanos de bien.