Choloma, Honduras.
“Desde que asesinaron a nuestro pariente tenemos miedo por nuestras vidas; todo cambió para nuestra familia”, expresó una familiar de Julio César Fuentes Bonilla, quien fue raptado el 26 de octubre y a los tres días lo encontraron asesinado en la colonia Sinor.
Fuentes era padre de cinco niños que se quedaron sin sustento. Tenía varios años de vivir en el sector y se dedicaba a vender lotería, y sus parientes no saben si era extorsionado por alguna banda, por lo que ahora temen ser víctimas de la delincuencia.
De enero a septiembre, en el municipio de Choloma se reportaron 136 muertes violentas, lo que representa un promedio de 16 homicidios mensuales.
En los últimos meses, la incidencia de crímenes aumentó, por ello las autoridades civiles y policiales están preocupadas y buscan estrategias para reducirla. Según datos proporcionados por Comvida, de mantenerse el número de homicidios podrían finalizar el año con más de 190 muertes violentas. En sectores como la López Arellano, Armando Gale, El Chaparro y Quebrada Seca se reportan más homicidios.
Armando Amaya, presidente de la Cámara de Comercio de Choloma, dijo que debido al incremento de la violencia se han reunido con las autoridades para planificar proyectos preventivos, pues las últimas acciones de la Policía han presionado a la delincuencia.
De acuerdo con los empresarios, la extorsión es uno de los delitos que más afecta a la zona, donde los transportistas son las principales víctimas. En Choloma funcionan actualmente diez centros de alcance, donde se capacita a los niños y jóvenes que viven en zonas vulnerables a la delincuencia.
Manuel Vallecillo, gerente municipal, dijo que la alcaldía invierte fondos en proyectos para prevenir la violencia con obras como alumbrado público, construcción de canchas deportivas, centros de alcance en zonas de riesgo y bibliotecas. Las autoridades de la Secretaría de Seguridad asignaron recientemente nuevos jefes policiales en la zona, los que tienen el desafío de reducir los índices delictivos.
La mayoría de las personas asesinadas son jóvenes de entre 19 y 25 años; gran parte de los homicidios están ligados al narcomenudeo, puesto que las bandas están reorganizándose por sectores.
“Desde que asesinaron a nuestro pariente tenemos miedo por nuestras vidas; todo cambió para nuestra familia”, expresó una familiar de Julio César Fuentes Bonilla, quien fue raptado el 26 de octubre y a los tres días lo encontraron asesinado en la colonia Sinor.
Fuentes era padre de cinco niños que se quedaron sin sustento. Tenía varios años de vivir en el sector y se dedicaba a vender lotería, y sus parientes no saben si era extorsionado por alguna banda, por lo que ahora temen ser víctimas de la delincuencia.
De enero a septiembre, en el municipio de Choloma se reportaron 136 muertes violentas, lo que representa un promedio de 16 homicidios mensuales.
En los últimos meses, la incidencia de crímenes aumentó, por ello las autoridades civiles y policiales están preocupadas y buscan estrategias para reducirla. Según datos proporcionados por Comvida, de mantenerse el número de homicidios podrían finalizar el año con más de 190 muertes violentas. En sectores como la López Arellano, Armando Gale, El Chaparro y Quebrada Seca se reportan más homicidios.
En varios de los hechos violentos en Choloma se reportan muertes de dos o más personas en las mismas escenas.
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De acuerdo con los empresarios, la extorsión es uno de los delitos que más afecta a la zona, donde los transportistas son las principales víctimas. En Choloma funcionan actualmente diez centros de alcance, donde se capacita a los niños y jóvenes que viven en zonas vulnerables a la delincuencia.
Manuel Vallecillo, gerente municipal, dijo que la alcaldía invierte fondos en proyectos para prevenir la violencia con obras como alumbrado público, construcción de canchas deportivas, centros de alcance en zonas de riesgo y bibliotecas. Las autoridades de la Secretaría de Seguridad asignaron recientemente nuevos jefes policiales en la zona, los que tienen el desafío de reducir los índices delictivos.
La mayoría de las personas asesinadas son jóvenes de entre 19 y 25 años; gran parte de los homicidios están ligados al narcomenudeo, puesto que las bandas están reorganizándose por sectores.