San Pedro Sula, Honduras
La boda perfecta. Sabrine Mahchi Larach y Carlos Alberto Moreira Vásquez se han casado y su enlace ha sido un verdadero cuento salido de esas historias de amor con final feliz de la realeza europea.
Los novios, con estampas propias de la aristocracia italiana, se casaron en la majestuosa catedral San Pedro Apóstol, cuando el sol apenas intentaba decir adiós y el calor acariciaba a selectísimos amigos y seres queridos.
El templo adornado con árboles de chaparro, agapantos y musgo silvestre asemejaban la natural ornamentación que engalanó la ceremonia nupcial del príncipe William de Inglaterra y Kate Middleton en la abadía de Westminster hace seis años.
Fue el mismísimo obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Ángel Garachana Pérez, quien casó a Sabri y Charlie, tras un noviazgo de dos años. Una pintura de la Virgen de Guadalupe que data del siglo XVI engalanaba el altar.
¡Vivan los novios! La pareja irradiaba felicidad y tras una misa propia de las bodas de antaño entre novios de abolengo, los recién casados llegaron hasta el atrio y fueron sorprendidos con María bonita, al son de la marimba Usula Internacional.
Expectantes estaban muchos sampedranos en el Parque Central, que recibieron saludos y gratitud de parte de los novios al abordar su auto negro y la gente los vitoreó con furor, provocando alegría desbordante, porque no todos los días se ve una boda de esta estirpe y magnitud.
Sabrine Mahchi ha sido la novia más linda en mucho tiempo en el país. Se decantó por una minimalista columna sirena en corte corazón elaborada en crepé blanco por la afamada diseñadora Vera Wang y el punto focal estaba a simple vista. Era su tiara y los aretes barrocos Dolce&Gabbana 2017 que enmarcaban su rostro con distinción absoluta. Intenso labial rojo mate, maquillaje natural y un peinado de clásico moño conformaron el estilismo que Glenda Sánchez creó para la espectacular enamorada. Carlos Alberto destacaba por su porte gallardo con un traje inspirado en la elegancia de los años treinta.
La recepción
El banquete se ofreció, previo a un regio cóctel amenizado con ritmos acústicos, en el salón Napoleón del centro de convenciones del hotel Copantl y aunque los novios pudieron tener a más de mil invitados en su boda, la exclusiva lista solo fue para los más íntimos: 200 personas.
Sus padres son Georgina Larach y Guillermo Mahchi y los inolvidables María Elba y Roberto Moreira. La historia de amor de sus hijos dio el segundo paso con la entrega de la sortija. Ellos se comprometieron en diciembre 2016 en La Habana, Cuba; durante la cena de ensayo de la boda Baerlocher De la Barca y la decoración de la fiesta fue tributo a la ciudad que atestiguó la petición matrimonial. Enormes palmeras con arecas y troncos de bambú, orquídeas brassavolas y marisopa, piñas doradas, flores y margaritas silvestres y exótico follaje caribeño creaban la atmósfera de suntuosidad tropical. La mantelería estampada con figuras de hojas mano de león en verde y azul, las sillas chateau doradas y efectos luminosos golden hacían un marco escenográfico de lujo. El padre de la novia ofreció un discurso inolvidable, los novios de inmediato partieron la torta para dar paso a la memorable celebración con música en vivo coronada del romántico vals que danzaron los enamorados en el centro de la blanca pista.
De comer se sirvió lo mejor, al igual que las bebidas, que estuvieron a la altura de la cita. Los novios lograron así, entre decoración original y el júbilo de sus allegados, tener un casamiento irrepetible e incomparable de principio a fin.